Luanda, 10 abr (Prensa Latina) Un contingente médico de Cuba, compuesto por 257 especialistas, llegó hoy a esta capital para contribuir a los esfuerzos de Angola en la prevención y el enfrentamiento a la pandemia de Covid-19.
'Siéntanse en casa, sabíamos que en este momento también podíamos contar con la ayuda de Cuba', dijo la ministra de Salud, Silvia Lutucuta, al dar la bienvenida a la agrupación en el Aeropuerto Internacional 4 de Febrero de esta capital.
La embajadora cubana, Esther Armenteros, y otros integrantes de esa misión diplomática, directivos de varios ministerios y el gobernador de la provincia de Luanda, Luther Rescova, formaron parte de la amplia comitiva que acudió al encuentro.
Según apreció la doctora Lutucuta, la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2 constituye un desafío inédito para la humanidad, con grandes impactos económicos y sociales; un combate en el que se aprende todos los días en cuanto a la prevención y el diagnóstico de esta enfermedad altamente contagiosa.
Para África Subsahariana, el reto puede ser aún mayor; resultan conocidas las limitaciones de nuestros sistemas de salud, señaló la titular al apreciar las medidas excepcionales en Angola al amparo del Estado de Emergencia, dispuesto por el presidente João Lourenço, y el significado del incremento de la ayuda cubana.
Lutucuta precisó que los integrantes de la brigada médica pasarán ahora un período de cuarentena, cumplimiento las disposiciones vigentes en el país, y luego prestarán servicio en la capitación del personal, las labores preventivas y asistenciales relacionadas directamente con la pandemia de Covid-19.
Una buena parte de los recién llegados son mujeres, muchas de ellas doctoras con años de experiencia profesional en Cuba y en otras partes del orbe, incluida la asistencia médica en situaciones de contingencia epidémica y en territorios donde prevalecen enfermedades virales de carácter endémico y elevada morbilidad.
No obstante, Miglan Finlay, oriunda de la central provincia de Matanzas, y Sheila Tamayo, proveniente de Santiago de Cuba, contaron a Prensa Latina que los preparativos para esta nueva misión en tierra africana incluyeron una rigurosa capacitación teórica y práctica sobre bioseguridad y protocolos de atención a los pacientes infectados.
Al decir de Miglan, el dominio profesional y la disciplina en el cumplimiento de las normas sanitarias constituyen herramientas valiosas para salvar vidas, y en ese sentido, espera aprender también de las buenas prácticas de sus colegas angoleños.
No faltaron en el recibimiento ni los aplausos y ni otros gestos de cariño hacia los cubanos; en una relación que la ministra Lutucuta calificó como de hermanos.
Al salir del aeropuerto, un grupo de personas agitaba una bandera cubana desde la azotea de un edificio y hacía toda la algarabía posible en señal de bienvenida; hasta allí fuimos por curiosidad: eran médicos de la isla, quienes prestan servicio en un hospital cercano, viviendo la alegría de que nuevos compatriotas llegaran en auxilio de este pueblo africano.