Celebran cubanos y guineenses 94 cumpleaños del Comandante en Jefe en Guinea Bissau

Con el patriotismo y cubanía que nos caracteriza y el talento de los estudiantes guineenses de la Facultad de Medicina cubana “Raúl Díaz Argüelles” en Guinea Bissau, celebramos el 94 cumpleaños de nuestro eterno Comandante, con la presencia del Embajador de Cuba, el coordinador de los asesores del Presidente de la República, el Jefe del Grupo Parlamentario de Amistad con Cuba y miembro del Buró Político del PAIGC, la Jefa de la BMC, el jefe de la BMC “Henry Reeve”, integrantes de la Asociación de exestudiantes y amigos de Cuba, cubanos residentes en el país, profesores cubanos y estudiantes.

En las conclusiones del acto, el Dr. José Esteban Garcés, resaltó el papel de Fidel en el desarrollo de la medicina para Cuba y el mundo, su internacionalismo y humanismo sin límites; y expresó:

 “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.” Y ahí precisamente, entre los imprescindibles está Fidel, un hombre de profundas convicciones, dotado de un humanismo estremecedor y de una visión futurista admirable. El invencible Comandante que naciera un día como hoy hace 94 años.

Como protagonista y líder indiscutible de la lucha por la liberación definitiva de nuestra Patria, mostró siempre su alta sensibilidad humana a la vez que cuidaba cada detalle relacionado con la justicia social y el bienestar del pueblo, al que entregó todos sus esfuerzos y al que dejó amparado en un sistema de salud que es referente a nivel mundial, presente en sus ideales antes del Moncada, y que  formó parte de su programa de lucha, escrito en su alegato "La historia me absolverá".

Luego del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, se crearon escuelas de medicina, enfermería, estomatología y tecnologías de la salud, concebidas por el máximo líder de la Revolución, quien participó en numerosos congresos médicos y actos de graduación a lo largo de todo el país.

Unido a la creación de numerosos programas que permitieron el desarrollo de la salud en el país, se puso de manifiesto el internacionalismo desde los primeros años de la Revolución con la llegada a Argelia de la primera misión médica el 23 de mayo de 1963, luego de la cual son incontables los ejemplos de solidaridad que ha dado Cuba al mundo.

En 1984, el Comandante en Jefe fundó el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia; garantizando mayor efectividad en la atención primaria de salud que ha repercutido en mejor calidad de vida del individuo y la familia en su comunidad.

Creó la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), el 15 de noviembre de 1999 y en su acto inaugural expresó: "más que médicos serán guardianes de lo más preciado del ser humano, apóstoles y creadores de un mundo más humano”. Escuelas como esta  se multiplicaron en el exterior, con profesores cubanos en países como Yemen del Sur, Guyana, Etiopía, Eritrea, Guinea Ecuatorial, Uganda, Ghana, Angola, Gambia, Haití, y justamente en este país la facultad de medicina Raúl Díaz Argüelles, de la cual formamos parte como su claustro de profesores hoy, escuela que ha graduado 494 médicos generales integrales y 56 especialistas en Medicina General Integral que hoy, sin vanaglorias, pero con orgullo podemos afirmar, son quienes llevan en sus hombros los servicios de salud que se brindan en este hermano país.

En la creación de la Brigada Henry Reeve el 19 de septiembre del 2005 especializada en materia de desastres, también idea de nuestro Fidel, está presente el sentido humanista y el precepto de que, nada es más importante que la vida del ser humano, por el cual luchara incansablemente hasta el último instante de su vida. Sobre esta grandiosa idea, el recientemente fallecido Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal en su prólogo al libro "Los niños del infortunio: memorias de la misión médica cubana en Pakistán", expresó: "Con su sentido caballeresco de la vida y con una visión que alcanza el tiempo futuro, Fidel, alentó a los médicos a ultimar su preparación para asistir a cualquier otro pueblo de la tierra”. 

En estos momentos cuando el mundo es afectado por la pandemia mundial generada por la COVID-19, la medicina cubana alcanza su cúspide a escala mundial, siendo la continuidad de las ideas de su principal impulsor el presidente Fidel Castro Ruz, más de 40 brigadas del Contingente “Henry Reeve”, han estado en más de 35 países combatiendo la pandemia, los que se sumaron a las misiones ya existentes en 60 países del orbe.

Ante estos hechos, es condenable, que el gobierno de los Estados Unidos, presidido por Donald Trump, intente desacreditar el carácter humanitario e internacionalista de las misiones médicas a la vez que recrudece como nunca antes el bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla, actitud marcada por el odio, mientras el mundo reconoce la labor de la medicina cubana y la abrumadora mayoría de las Naciones del mundo claman por poner fin a la injusta y criminal política discriminatoria, que es el bloqueo.

Hoy, desde Guinea Bissau, Africa, continente muy querido por FIDEL, rendimos homenaje en su 94 cumpleaños a ese eterno agradecido, y recordamos sus palabras en el acto donde se le impusiera la “Orden de Buena Esperanza”, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica:

 “En nombre de las raíces comunes y la historia que todavía hoy juntos seguimos construyendo; en nombre de todos aquellos hijos de este continente que fueron arrancados de su tierra, vendidos y encadenados, obligados a cruzar el océano y forzados a entregar su sudor y sus vidas en una isla lejana que pronto, sin embargo, fue una nueva patria para ellos; en nombre de las incontables legiones de africanos y descendientes de africanos que lucharon y murieron, ya como cubanos, por la independencia de Cuba; en nombre de las decenas de miles de cubanos que un día regresaron a África para poner su valor y su sangre al servicio de la libertad del continente; en nombre de los otros miles y miles que han brindado y están brindando hoy mismo a África todo su saber y su esfuerzo tesonero; en nombre de todo el pueblo cubano que aprendió a saldar con su solidaridad y su internacionalismo aquella deuda contraída con África; y únicamente, en nombre de todos ellos y de toda Cuba, recibo emocionado y agradecido, compañero Mandela, esta honrosa condecoración que usted y su gobierno han querido conferirme”.

Momento emocionante fue cuando una madre, en representación de los padres de los estudiantes de la Facultad, hizo entrega de un “paño” con la imagen de Fidel y de Amílcar, como agradecimiento a la formación de sus hijos como médicos, de manera desinteresada, y a la solidaridad y ayuda de Cuba al pueblo de Guinea Bissau.

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