Justo en el sitio desde donde partió el vuelo saboteado, una representación de colaboradores cubanos rindió tributo a los mártires.
Acompañados por autoridades del gobierno bolivariano, los cooperantes, en su mayoría de la misión deportiva antillana, dedicaron canciones, poemas y flores a la memoria de los caídos el 6 de octubre de 1976, a la vez que denunciaron la impunidad que aún mantiene libres a autores confesos del asesinato y clamaron por el fin del terrorismo como flagelo mundial.
Con honores militares depositaron una ofrenda ante el monolito que recuerda el suceso en el aeropuerto internacional Simón Bolívar, en el estado de Vargas, cuyo gobernador, Jorge Luis García Carneiro, exaltó a Cuba como ejemplo mundial de solidaridad y de paz.
Pedro Infante, presidente el Instituto Nacional de Deportes de Venezuela, dijo que tras el horrendo atentado la Isla ha vivido cuatro décadas de glorias en el mundo atlético, y agradeció el acompañamiento que el país sudamericano ha recibido de esa experiencia y prestigio.