El 23 de junio de 2021, la Asamblea General de la ONU se pronunció por 29 ocasión, de forma abrumadora contra el bloqueo económico, financiero y comercial de los Estados Unidos contra Cuba y exigió que se ponga fin a esas medidas coercitivas unilaterales.
Durante el año 2021, la política de bloqueo económico, financiero y comercial de los Estados Unidos contra Cuba fortaleció aún más su política de estrangulamiento contra la isla, agravado por la presencia de la pandemia de la COVID-19. Se mantuvieron aplicando las 243 medidas adoptadas por la administración precedente y se sumaron otras por la presente administración.
Algunos de los sectores más afectados por el bloqueo en Cuba durante el 2021 fueron la salud, la informática y las telecomunicaciones, la persecución financiera, así como, la cultura y el deporte.
El 11 de enero 2021 el Departamento de Estado incluyó a Cuba en la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo y el 14 de enero se incluyó a Cuba en la lista de Adversarios Extranjeros del Departamento de Comercio, en virtud de orden ejecutiva firmada por el anterior Presidente de EEUU con el propósito deliberado de cerrar aún más el cerco al país.
Por si fuera poco, el bloqueo prohíbe a Cuba acceder a productos que tengan el 10% o más de componentes estadounidenses. De esta manera, se limita la adquisición de tecnologías y equipamientos de altas prestaciones y líderes en el mercado, que son distribuidas o cuentan con patentes de entidades norteamericanas. Como consecuencia, el país está obligado a comprar en otros mercados, mucho más lejanos y, por tanto, con mayores gastos.
El Bloqueo contra Cuba es también una política extraterritorial, daña los intereses y derechos de terceros países, una clara violación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, las normas del libre comercio y el Derecho Internacional.
Entre las leyes que respaldan la agresiva política destaca la Ley de Comercio con el enemigo, prorrogada el 9 de septiembre de 2021. Está pensada para tiempos de guerra y ante amenazas a la seguridad nacional de los Estados Unidos, pero que aun así se aplica, a pesar de no coincidir con la legislación de ese país.
El bloqueo “es un acto políticamente motivado” descrito a la perfección “en el infame memorando” del Departamento de Estado estadounidense del 6 de abril de 1960 que llama a poner en práctica “todos los medios posibles para debilitar la vida económica, negándole a Cuba dinero y suministros” para provocar hambre y desesperación con el objetivo de derrotar al gobierno.
El gobierno de los Estados Unidos tampoco ha sesgado en el financiamiento de actividades para provocar inestabilidad política y social en el contexto de las dificultades económicas causadas por su propia política de castigo al pueblo cubano.
El reclamo de Cuba es vivir sin bloqueo, que cese la persecución de los lazos comerciales, financieros, inversión y cooperación con el resto del mundo.
Durante este año, Cuba volverá a presentar ante la ONU el informe para poner fin a esta brutal política. Una vez más, se solicita el apoyo de la comunidad internacional en el rechazo a la misma en todos los foros a su alcance.
La Embajada de Cuba en la República de Austria agradece profundamente las muestras de solidaridad de diferentes actores en la consideración de este crucial tema para el pueblo cubano. “Como el virus, el bloqueo asfixia y mata, y debe cesar”.
(EmbaCubaAustria/Cubaminrex)