Kamal Jaballah (Al-Ahram)
Durante 60 años, Cuba se ha mantenido firme ante el injusto embargo económico estadounidense, que ha alcanzado un enorme billón de dólares. ¿El presidente Trump logra derribar a La Habana y humillar a su pueblo mientras sus antecesores fracasaron?
Estoy escribiendo sobre las relaciones históricas y cercanas de Egipto con Cuba, y el apoyo de La Habana a los problemas árabes justos en foros internacionales y en la cuestión de Palestina con Jerusalén como su capital, además de albergar a los miles de estudiantes palestinos en sus universidades de forma gratuita y su rechazo categórico a la anexión de los Altos del Golán de la entidad sionista.
Estas actitudes cubanas, que están grabadas en las mentes de los egipcios y árabes, merecen ser consideradas no solo para devolverles el favor a los amigos cubanos sino también para apoyarlos en su situación actual frente a políticas más radicales y notorias dirigidas por Trump y sus nuevos halcones en América Latina: Marco Rubio, John Bolton y Mauricio Clavier.
El 17 de diciembre de 2014, el ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, reconoció el fracaso de la política tradicional de los Estados Unidos hacia Cuba y se comprometió a participar en un debate con el Congreso para levantar el bloqueo y anunció varias medidas ejecutivas destinadas a modificar algunos aspectos del bloqueo.
En 2015 y 2016, el Departamento del Tesoro de los EE. UU., realizó varias modificaciones a las regulaciones sobre Cuba, que, aunque son pasos positivos, no fueron suficientes. Siguen existiendo obstáculos importantes para la implementación de estas medidas, mientras que las leyes, la aplicación de políticas y restricciones de bloqueo son válidas.
Por ejemplo, en el área de viajes: las visitas estadounidenses a Cuba fueron autorizadas por una licencia general en las 12 categorías permitidas por la ley, se acordó devolver vuelos regulares entre Cuba y los Estados Unidos, se permitió el transporte marítimo de pasajeros. Sin embargo, la prohibición de que los ciudadanos de los Estados Unidos viajen libremente a Cuba ha continuado según lo previsto en la ley estadounidense.
En el sector de las telecomunicaciones, se ha autorizado la exportación de productos y servicios a Cuba, el financiamiento de la construcción de infraestructura y el posible establecimiento de proyectos conjuntos con entidades cubanas, sin embargo, estas medidas no se han extendido a otros sectores de la economía cubana, que continúan siendo severamente restringidos.
Con respecto al comercio, la lista de productos estadounidenses, que se pueden exportar a Cuba sin la necesidad de un permiso del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, se limita a solo productos y servicios de telecomunicaciones, materiales de construcción, equipos y herramientas para el uso de la economía por parte del sector no gubernamental. Está prohibido vender otros productos y servicios de Estados Unidos a Cuba, a menos que esté autorizado por el Ministerio de Comercio mediante la aprobación de licencias específicas, que expiran dentro de un período determinado.
Por otro lado, la importación de bienes y servicios cubanos a los Estados Unidos se limita a los producidos por el sector no gubernamental y excluye los elementos principales de la economía cubana, como el tabaco, al no incluir el sector gubernamental de la economía. Otros bienes y servicios cubanos de reconocido estatus internacional, el níquel, los productos biotecnológicos, los servicios médicos y educativos no se incluyen en esta lista. Además, las tarifas que serían aplicables a los productos cubanos, si pudieran ingresar a los Estados Unidos, serían las más altas del Comité de Comercio Internacional en este país, porque Cuba se encuentra en el nivel más restrictivo de los derechos de importación en los Estados Unidos como consecuencia del bloqueo.
El 17 de abril, se anunciaron nuevas medidas para intensificar la agresión estadounidense contra Cuba e intensificar la guerra económica, financiera y comercial, que ha sido apoyada por sucesivas administraciones de la Casa Blanca, casi desde el triunfo de la Revolución Cubana.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, confirmó que Estados Unidos eliminaría todas las restricciones existentes sobre la aplicación del controversial tercer título de la Ley Helms-Burton, cuyo alcance extraterritorial viola soberanía de terceros países interesados en hacer negocios legítimos con Cuba.
Al mismo tiempo, el asesor de seguridad nacional de los Estados Unidos, Bolton, anunció nuevas restricciones a los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba y restricciones a las remesas recibidas de sus familiares en los Estados Unidos.
Dijo que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos también suspendería la autorización emitida por Obama a compañías y bancos cubanos para llevar a cabo transacciones en terceros países que se implementaron indirectamente a través del sistema bancario de los Estados Unidos. Bajo las nuevas restricciones:
• Las compañías norteamericanas en terceros países tienen prohibido realizar cualquier tipo de transacciones con compañías en Cuba.
• Las empresas de terceros países tienen prohibido exportar productos de origen cubano a los Estados Unidos o productos que contengan cualquier componente de ese origen.
• Las compañías de terceros países tienen prohibido vender bienes o servicios a Cuba, cuya tecnología contiene más del 10% de los componentes de los EE. UU., aunque sus propietarios sean nacionales de esos países.
Los buques que transportan mercancías hacia o desde Cuba, independientemente del país de registro, tienen prohibido ingresar a los puertos de los EE. UU.
Los bancos de terceros países tienen prohibido abrir cuentas en dólares estadounidenses para personas físicas o jurídicas de Cuba o realizar transacciones en moneda cubana con entidades o personas cubanas.
Los empleadores de terceros países que invierten o hacen negocios con Cuba a quienes se les niegan los visados de entrada a los Estados Unidos, al igual que sus familias, pueden estar sujetos a procedimientos legales ante los tribunales de los Estados Unidos si sus operaciones con Cuba están asociadas con propiedades relacionadas con reclamaciones de los ciudadanos estadounidenses, o que nacieron en Cuba, que posteriormente obtuvieron esa nacionalidad.
Después de todo, ¿qué es lo que queda ante el pueblo inquebrantable de Cuba, para vivir una vida libre, estable, independiente y digna, no es el momento de demostrar solidaridad con el amigo en momentos difíciles?