24 de octubre 2020. Zanzíbar despidió a parte de un equipo de trabajo, que ha dejado su impronta en Unguja y Pemba. Además del quehacer asistencial han sido evangelios vivos, trasmitiendo sus conocimientos a los médicos africanos de esa Isla.Ese grupo supo compartir y convertirse en una gran familia, sorteando momentos muy duros, pero logrando metas comunes, quedando con memorias sempiternas. Zanzíbar quedará en el recuerdo, como toda obra humana perfectible, pero ellos estarán en el Buga, en los sitios que solían visitar, en los salones del Hospital, en las aulas, en los callejones y sobre todo, en las vidas que salvaron y en las enseñanzas que trasmitieron. Feliz encuentro con la familia que los aguarda y regreso seguro a la Patria que los contempla orgullosa. Kwaheri ¡¡!!