Conferencia de Prensa ofrecida por el Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla.

La Habana, 22 de julio de 2021.

Muchas Gracias.

Mis excusas, que se están tornando habituales, por la convocatoria rápida de este encuentro, y por la dificultad técnica de la televisión cubana, que nos ha tomado unos minutos resolver.

Hoy ha sido un día de verdadera incontinencia verbal, de verdadera locuacidad del Gobierno de los Estados Unidos; he visto numerosas declaraciones, también, de otros políticos estadounidenses.

 El presidente Joseph  Biden emitió un comunicado con la decisión de su gobierno, invocando la llamada Ley Magnitsky,  de aplicar sanciones políticamente motivadas e intencionadas y totalmente irrelevantes desde el punto de vista práctico, contra el Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, General de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, que es un héroe de la Revolución Cubana, un adolescente que se incorporó a la lucha de la Sierra Maestra, un héroe  de la independencia de África, y, también, a la Brigada Especial  Nacional del Ministerio del Interior, de la que nuestro gobierno y nuestro pueblo se siente profundamente orgulloso  y que en estos días ha actuado con estricto apego a la ley, con moderación, con respeto al derecho  de los ciudadano y con el respaldo de todo nuestro pueblo.

El Presidente de los Estados Unidos anuncia que continuará las sanciones contra los responsables de lo que él llama represión contra el pueblo cubano, y que yo rechazo de manera categórica y absoluta, aquí no ha habido un acto de represión contra el pueblo cubano, de la misma manera que no ha habido un estallido social, como ya he anunciado a pesar de la persistente mendacidad de algunos medios, bien establecidos, de prensa internacional asentados, en particular, en los Estados Unidos y en España, y una profusión de calumnias, manipulación, enredos, mentiras, trucos baratos en la redes digitales.

Sin embargo, gracias a estos hechos, el Presidente de los Estados Unidos ha cambiado de opinión y declarado que Cuba es una prioridad absoluta para  el gobierno Biden-Harris, lo contrario de lo que ha venido diciendo su gobierno consistentemente, lo que ha venido presentando como excusa para mantener en permanente aplicación práctica y vigencia legal, no solo las medidas de bloqueo a Cuba que tanto daño humanitario y económico provocan, sino cada una de las 243 medidas adicionales de bloqueo aplicadas por el gobierno de Donald Trump, incluidas las 55 medidas crueles y oportunistas dirigidas a estrangular la economía cubana aprovechando la situación dramática que ha provocado en todo el planeta la Covid-19.

El Presidente de los EEUU y su gobierno podría ocuparse mejor del patrón racial diferenciado, los errores judiciales, el racismo sistémico, la represión brutal a la protesta social en los Estados Unidos con motivo del frio asesinato de ciudadanos afrodescendientes; podría ocuparse, también, de la situaciones de más de 400 periodistas que sufrieron lesiones o violencia cuando ocurrieron las manifestaciones raciales en los Estados Unidos, de ellos, más de 300 en acciones de brutalidad policial.

El Gobierno de los Estados Unidos no tiene absolutamente ninguna autoridad moral para pedir que se libere a personas detenidas en Cuba, es un acto de injerencia e intervención en los asuntos  internos, miente cuando se refiere a manifestantes pacíficos, elude reconocer que hubo actos violentos, evita las denuncias que se han hecho por parte de nuestro gobierno, primero de  la persistente instigación a actos violentos y actos de terrorismo que desde el territorio de los Estados Unidos, con absoluta impunidad, se han venido realizando en los últimos años, en particular, en los últimos meses y, muy en particular, a partir del 15 de junio y después del 5 de julio, como ya he denunciado con copiosa evidencia ante ustedes.

No ha dicho nada ni el Presidente, ni su Secretario de Estado, ni sus consejeros de Seguridad Nacional en la Casa Blanca, ni nadie atreviéndose a refutar las acusaciones que hice, ni a desmentir la evidencia que presenté. Es sabido que las autoridades cubanas y en particular las autoridades del orden interior, la autoridad policial actuó con estricto apego a la ley, con absoluto respeto a las normas que rigen su conducta con el mínimo de fuerza frente a actos vandálicos y violentos que ocasionaron lesiones a oficiales de policía y ocasionaron lesiones a civiles, a ciudadanos cubanos que o se opusieron a dichos actos o proclamaron su apoyo a la Revolución y al Gobierno cubano o enfrentaron hechos de violencia o vandalismo que se produjeron de manera limitada, como dije antes, en algo más de una docena de locaciones específicas el día 11 de julio, y, que desde entonces, con la excepción del algún hecho como el que provocó un fallecido en el caso de un ciudadano con graves antecedentes penales que atacó a un policía, el país ha estado en absoluta calma, los servicios funcionan y han funcionado la semana pasada con entera normalidad y ustedes si caminan por La Habana podrán atestiguar y espero que informen con objetividad las condiciones de absoluta tranquilidad y vida usual  de nuestro pueblo en La Habana y en el país, pese a las condiciones adversas  y por eso eludo usar la palabra de completa normalidad, propias del pico pandémico de la Covid-19 que sufre nuestro país.

Es sabido, también, que y emplazo a cualquier autoridad del gobierno de los EEUU que supuestamente se preocupa por los llamados manifestantes o a cualquier entidad de cualquier país que presente un caso de un desaparecido, y me comprometo en pocas horas a desmentirlo con evidencias suficientes. Se han publicado listas de personas desaparecidas, aquí declaro que son absolutamente falsas y rechazo que haya incluso un solo caso, en un mundo en el que se sabe que ocurren atrocidades, en el que países de Sudamérica se han producido miles y miles de asesinatos de defensores de Derechos Humanos, de activistas sociales, de líderes comunitarios, de personas que se sumaron a procesos de paz o casos terribles de los cuales el Gobierno de los Estados Unidos ha sido muy tímido en referirse a ellos como los llamados falsos positivos o los asesinatos de civiles para presentarlos como beligerantes.

No es en Cuba donde se utilizaron medios de represión con sofisticados, equipos mecánicos, sustancias químicas, explosivos aturdidores, lanzadores automáticos de bombas toxicas, no es Cuba ese país. Todos los días ocurre, sin embargo, a veces incluso en Europa y  muy frecuentemente en Estados Unidos sin que la prensa  hable mucho de ello. En segundo lugar, emplazo al Gobierno de los Estados Unidos y a cualquiera a que mencione el nombre de un menor de edad que esté detenido en Cuba en este momento  y rechazo la calumnia insostenible de que ha habido pérdidas de vidas entre menores y jóvenes en relación con estos hechos de la semana pasada.

Afirmo que se cumple con estricto apego a la Constitución y a las leyes sustantivas y procesales cubanas y con todas las garantías del debido proceso el tratamiento judicial de los casos que se detuvieron; informo que la mayoría de ellos se encuentran en libertad habiendo sido multados o bajo medidas cautelares domiciliarias en los casos que han sido  instruidos de cargo, o están sujetos a procesos de investigación. Rechazo contundentemente que haya habido un caso de tortura y emplazo a las personas que se han referido a eso a que presenten nombre, lugar y evidencia.

El comunicado del Presidente Biden y de otros personeros del Gobierno de los Estados Unidos afirma que el gobierno está colaborando activamente con el sector privado en los Estados Unidos para identificar formas que den acceso seguro al libre flujo  de información en Internet. Rechazo esta afirmación, declaro que el obstáculo principal a la conectividad de los ciudadanos cubanos en Internet con las redes digitales y otros servicios  de telecomunicaciones es el bloqueo de los Estados Unidos a Cuba, es la manipulación extrema de las redes digitales, es la conducta impropia de las plataformas tecnológicas y los grandes emporios que hacen y deshacen y que lamentablemente el Gobierno de los Estados Unidos en buena medida controla.

Informo, denuncio y reclamo al Gobierno de los Estados Unidos que actúe ante los cientos de ataques informáticos que se han producido y se están produciendo contra Cuba, con medios informáticos que están asentados  en el territorio de los Estados Unidos y bajo soberanía de  ese país y que ocurren con total y absoluta  impunidad y reitero que preocupa gravemente a nuestro pueblo y a nuestro gobierno  y debiera también a las instancias internacionales, la manipulación de información e imágenes que ocurren consistentemente hasta este mismo momento.

 No sé si CNN está presente en esta conferencia de prensa, pero puedo decirle a usted, a su compañía y a la opinión pública internacional que CNN en español realiza una manipulación sistemática y mendaz que  violenta sus propias  reglas,  que se aleja de estándares elementales de esencia informativa y de periodismo veraz, objetivo e irrespeta el derecho de los estadounidenses y de los ciudadanos del mundo de recibir información libre y veraz. De la misma manera que el canal  estadounidense FOX ha continuado manipulando imágenes incluso en movimiento, manipulando video con alta tecnología porque saben ustedes que no es fácil en un video eliminar texto de carteles o aplicar tecnología para hacer parecer manifestaciones de apoyo a la Revolución Cubana, a nuestro pueblo y a nuestro gobierno, como actos de oposición, reitero que el Gobierno Cubano continuará como ha declarado repetidamente el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel,  atendiendo los aspectos de la realidad cubana que concurren en estas situaciones que trabaja de una manera ingente, soy testigo porque asiste a una buena parte de estas reuniones del desvelo y la consagración del gobierno en la atención a las dificultades, carencias, privaciones, la ansiedad y los problemas que genera en nuestra población el desabastecimiento, el déficit de medicamentos y las condiciones difíciles que estamos viviendo en estos días por la coincidencia de factores desde el bloqueo recrudecido brutalmente y durante la pandemia por el Gobierno de los Estados Unidos, con los factores de la recesión económica internacional, en nuestro caso la caída del turismo y los gastos enormes a que ha obligado el país el tratamiento y la prevención de la pandemia de Covid-19.

En su primera declaración el Presidente Biden atribuyó a la Covid y a la gestión del gobierno de la pandemia condiciones sociales complejas que desmentí y desmiento categóricamente. Las fosas comunes están en Hart Island, en los Estados Unidos, no están en Cuba; los muertos en las calles, los cuales el gobierno norteamericano nunca hizo campaña ni llamó a ayuda humanitaria, ni lo consideró una razón de inestabilidad, ocurrieron en decenas de ciudades en Sudamérica y ocurre hoy en buena parte del planeta.

El Gobierno de los Estados Unidos sabe que el mecanismo COVAX era imposible para Cuba, primero por la limitada cobertura de apenas comprometerse a garantizar el 20 por ciento; en segundo lugar, por los financiamientos que requiere, son caras las vacunas en el mecanismo de COVAX; en tercer lugar, porque el mecanismo ha fallado estrepitosamente en suministrar vacunas que fueron pagadas y contratadas tal como ha ocurrido con las trasnacionales que se han enriquecido de una manera vil a costa de la pandemia  y que incumplen cotidianamente los compromisos de entrega y que incluyen cláusulas draconianas en los contratos para evitar compromisos de fechas. Se sabe que la letalidad en Cuba está muy por debajo de la letalidad en el mundo y de la de más 60 países, y se sabe que el índice de casos en Cuba está muy por debajo, también, de los estándares internacionales y realmente da pena que sea el país que tiene más de 600 mil muertos, aproximadamente la mitad de los cuales pudieron haberse evitado con otras políticas diferentes a la del gobierno anterior de los Estados Unidos, y que hoy sufre un pico pandémico también en estados sobre todo de gobierno republicanos como la propia Florida.

El Presidente de los Estados Unidos insólitamente se ha referido al tema de  las remesas de una manera errática, un día anunció que no podría restituirse las remesas, otro día anunció que se habría creado un grupo de trabajo para estudiar el tema y hoy dice que es complejo y que requiere un enfoque medido y reflexivo en coordinación con expertos. ¿Por qué? Le pregunto. Si se sabe que  desde Estados Unidos se emiten decenas y decenas de miles de millones en remesas a un montón de países del orbe, en particular a países de América Latina. Dice que el objetivo es asegurar que los fondos lleguen al pueblo cubano, sin que una parte de los ingresos sea desviada por el régimen, tal como lo llama él, no fue el régimen, Señor Presidente, sino su gobierno predecesor el que en septiembre del 2019 impuso un límite infundado y cruel de 1000 dólares por trimestre a las remesas familiares, fue aquel el que suspendió las remesas no familiares, es decir, las que son por donación, fue aquel el que en febrero de 2020 estableció una  normativa que eliminó la posibilidad que la compañía Western Union envíe remesas a Cuba desde terceros países, fue el suyo, Señor Presidente, el que en julio de 2020 estableció regulaciones que impiden los reenvíos de remesas desde Estados Unidos a varias compañías desde CubaMax, VaCuba, y que se suspendieron repentinamente apenas horas después de haber comenzado. Fue el Gobierno de los Estados Unidos el que en septiembre de 2020 anunció la incorporación de AIS que es una subsidiaria de la sociedad de FINCIMEX a la lista restringida de entidades cubanas.

Fue el Gobierno del Presidente Trump el que en octubre de 2020, modificó las regulaciones  para impedir a las personas sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos, es decir, personas jurídicas, naturales, compañías financieras, compañías tramitadoras de remesas, procesar remesas desde y hacia Cuba que incluyan entidades que caprichosa y arbitrariamente el gobierno de los Estados Unidos ha incluido en la llamada lista de entidades cubanas restringidas. En virtud de estas medidas en la práctica quedó cortado el envío de remesas a nuestro país, pero mienten desvergonzadamente los voceros del Gobierno de los Estados Unidos cuando dicen que el Gobierno cubano se apropia de parte de las remesas. Los emplazo  a que expliquen qué quieren decir o a que presenten evidencia mínima.

Las remesas no se gravan, no hay impuestos, no hay aranceles sobre las remesas; quien fija una comisión de servicio, es decir, por el servicio financiero, tal como si uno de ustedes va a un banco en cualquier parte del mundo y  hace una transferencia, habrá pagado una comisión por ese servicio, pero quien fija comisiones no es el Gobierno cubano, no es ninguna compañía cubana, es la compañía Western Union. Afirmo e invito a alguien que piense distinto que fundamente y presente evidencia de lo contrario,  que cada 100 dólares en remesas que se envían a Cuba, la compañía Western Union cobraba  casi 5 dólares, aproximadamente 4 dólares con 90 centavos y que la compañía tramitadora cubana percibía una comisión financiera de 1 dólar, de manera que quien afirma que el Gobierno cubano o entidades cubanas  reciben el 40 por ciento o el 20 por ciento del monto remesado, son las cifras que ha estado utilizando mis colegas del Gobierno de los Estados Unidos, mientan supinamente y calumnian, de manera que invito al Gobierno de los Estados Unidos a que lleve a cabo la revisión que dice que hace, porque si quisiera atender cualquier preocupación humanitaria en Cuba debería empezar por las medidas de Trump y del propio bloqueo que atañen a la pandemia. Pero el tema de las remesas es un asunto familiar, personal de los ciudadanos y no se imagina uno cual es la complejidad técnica, que realmente no existe, sino lo que hay es manipulación política, e intentos de utilizar las remesas como un arma política, como un condicionante político, secuestrar las remesas y dañar a las personas que mandan las remesas y dañar aquí a las familias  cubanas que las reciben.

El Presidente asegura que continuará escuchando opiniones de líderes cubanoamericanos, bueno, es público que ha habido reuniones de este sentido, etc. Haría bien en escuchar la opinión de los cubanos que viven en Estados Unidos  a quienes discrimina y daña con las restricciones del bloqueo, en particular, la de las remesas. Sería bueno que escuchara, también, como haría un presidente democrático, a sus electores que votaron por él sobre la base de una plataforma que incluye estos temas. Debo señalar que el Departamento de Estado se dedica de manera enfebrecida  en estas horas, en particular, en el día de hoy, a ejercer presiones políticas, económicas  y de distintas naturalezas, brutales, contra un grupo de gobiernos de Europa Oriental, algunos, también, de Europa Occidental, y contra países latinoamericanos,  en particular centroamericanos.

Disponemos de toda la evidencia, porque esta también concita un gran rechazo en esos países, de las presiones tremendas que hoy se están ejerciendo al menos contra 6 países de Europa Oriental y contra 8 países latinoamericanos. Denunciamos ayer el documento, está en manos de ustedes. Afirmo categóricamente que el Gobierno de los Estados Unidos realiza ingentes gestiones  con cancillerías y gobiernos de la región y  de Europa tratando de sumarlos bajo calumnias, mentiras, etc., y sobre todo, bajo chantaje político, a una declaración desvergonzada y mentirosa que obra en poder de ustedes aunque pocos medios han publicado  el texto.

Ante el fracaso de la intentona de generar inestabilidad y dañar el orden constitucional, y acentuar los daños humanitarios y a nuestra economía de la campaña política, básicamente en redes digitales, que empezó el 15 de junio y que dura hasta este minuto, el gobierno de los Estados Unidos trata de desviar la atención hacia acusaciones e imputaciones absolutamente insostenibles para desviar la atención del fracaso evidente, para disimular su responsabilidad directa en prevenir, impedir y sancionar los ataques informáticos que se están produciendo contra Cuba, en su responsabilidad en impedir que continúe la incitación a la violencia y el terrorismo desde medios fundamentalmente asentados en la Florida contra nuestro país.

El Gobierno del presidente Biden y el propio presidente se ha referido también, insólitamente, a lo que han llamado graves daños de salud de diplomáticos estadounidenses en Cuba, lo cual es francamente sorprendente, porque han sido ya cuatro años de investigación de las agencias de aplicación de la ley de los Estados Unidos que han dicho a sus contrapartes cubanas consistentemente que no han encontrado una sola evidencia de un acto deliberado contra ningún diplomático estadounidense ni tienen la menor explicación para los signos y síntomas de salud que ellos en su momento refirieron.

Han sido cuatro años en que eminentes científicos estadounidenses, de Norteamérica, de distintas partes del mundo,  han demostrado fehacientemente que la tontería de la conmoción cerebral o del daño cerebral sin conmoción cerebral existe, o el cuento de hadas de un flujo indeterminado de energía que viola todas las leyes de la física de Newton y la  moderna y que se sabe que  es una absoluta mentira. Reitero al Gobierno del Presidente Biden, al Secretario Blinken, a quien le reconozco que no fueron ellos no fueron ellos los que estuvieron detrás de estos hechos, que por lo menos reconozcan que no han encontrado absolutamente ninguna razón y que ya sorprende la proliferación de supuestos incidentes de salud que ocurren en todas las latitudes del planeta, y curiosamente también en la ciudad de Washington, en el mes de noviembre de 2020, y más curiosamente todavía en los predios de la propia Casa Blanca.

De manera que si lo que busca el Gobierno de los Estados Unidos es un pretexto para hacer algo que debería haber hecho hace mucho tiempo que es restablecer los servicios consulares a los cubanos desde su consulado en La Habana, difícilmente obtengan el perdón de la derecha extremista radical de Miami, de la ultraderecha anticubana por hacer estas imputaciones.

Que un cubano que desee visitar a su familia en los Estados Unidos, que un cubano que desee emigrar a los Estados Unidos tenga que pagar precios exorbitantes para acudir al consulado de Georgetown, lo cual cuesta miles y miles de dólares, se le prohíba que presente documentos de salud de instituciones cubanas que tenga que permanecer en el lugar prolongadas semanas y tenga que viajar dos veces es una violación de derechos que daña la reunificación familiar. Hacer que un cubano que desee visitar a un familiar en los Estados Unidos tenga que ir a un tercer país en medio de las condiciones difíciles de vuelos internacionales, etc., actuales  es por lo menos cruel.  

He denunciado desde el día 23 de junio que el gobierno de loes Estados Unidos actúa con irresponsabilidad en relación a temas migratorios, bajo motivación política y que será su responsabilidad si esto sigue costando vidas o si provoca flujos irregulares y desordenados de Cuba hacia los Estados Unidos.

Y a un senador de la Florida que constantemente  instiga diciendo que es  el propósito del gobierno cubano lanzar una oleada migratoria hacia los Estados Unidos, le sugiero que pregunte a su presidente, se informe mejor y cese en esas tontas acusaciones.

Debo señalar, también, que hemos conocido, se ha anunciado, que mañana habrá una flotilla de medios navales desde los Estados Unidos hasta la zona próxima a la frontera de territorio marítimo de la República de Cuba, dentro de la zona contigua reconocida por el Derecho internacional y el Derecho del Mar. Y advierto al Gobierno de los Estados Unidos que actúe con seriedad para evitar incidentes que no convienen a nadie.

Reitero que el Gobierno de los Estados Unidos persiste hasta este minuto con una andanada de declaraciones y acusaciones en un acto de burda injerencia dirigido a alterar el orden constitucional en violación del Derecho Internacional y de nuestras propias leyes.

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