Cuba reiteró hoy en Naciones Unidas que el uso de las tecnologías de las comunicaciones debe ser plenamente compatible con los principios del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas y respetar la soberanía, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados y las normas reconocidas internacionalmente sobre la coexistencia pacífica entre estos.
La posición de la Mayor de las Antillas fue destacada por el Embajador Ernesto Soberón Guzmán, Representante Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, durante su intervención, esta tarde, en el debate sobre Cuestiones relativas a la información de la Comisión Política Especial y de Descolonización de la Asamblea General.
Soberón Guzmán refirió que el mensaje difundido a través de las plataformas de ONU debe ser accesible para todos, eliminando las barreras del idioma y la brecha digital, como factores que atentan contra el acceso y el uso de estos contenidos.
Al mismo tiempo, expuso que resulta prácticamente imposible avanzar en el desarrollo de las TICs cuando se aplican, contra países, ilegales medidas coercitivas unilaterales, como el injusto e ilegal bloqueo impuesto por los Estados Unidos contra Cuba.
Los daños y perjuicios económicos ocasionados por el bloqueo al sector de las comunicaciones y la informática, incluidas las telecomunicaciones, durante el período de marzo de 2023 a febrero de 2024, se estiman en 58 millones 772 mil 100 dólares, argumentó.
En este mismo ámbito, denunció el uso del ciberespacio por parte de EEUU para subvertir el sistema político y jurídico cubano, y el uso, en particular, de las plataformas digitales, para desatar perniciosas campañas mediático-comunicacionales en intentos desesperados para desestabilizar a Cuba.
El diplomático cubano rechazó, igualmente, la permanente agresión radial y televisiva de esta nación norteña por contravenir los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y varias disposiciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Patentizamos, una vez más, la más enérgica protesta y condena por la pretensión del gobierno estadounidense de violar de modo flagrante la soberanía cubana, en lo que respecta a la competencia nacional para regular los flujos de información y el uso de los medios de difusión masiva, a la vez que rechazamos el intento de manipular Internet para llevar a cabo programas ilegales con fines políticos y de subversión, expresó.