CUBA, 3 de noviembre de 2017.- Cuba y la Unión Europea abrieron el pasado miércoles un nuevo capítulo de relaciones bilaterales con la entrada en vigor de manera provisional del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC).
Un comunicado de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla, refiriéndose a ese hecho, reflejó que «los lazos entre Bruselas y La Habana alcanzan una mejor correspondencia con el nivel de los vínculos de Cuba con los Estados que integran el bloque comunitario, los cuales han experimentado un avance significativo en los últimos años».
Por otra parte, el comunicado de la UE significó que ello representa que el bloque comunitario se acerca más a Cuba, nación que se encuentra en un proceso de actualización económica, política y social.
Las negociaciones del Acuerdo comenzaron en abril del 2014 y concluyeron en marzo del 2016. Finalmente, el 12 de diciembre del 2016 fue rubricado en Bruselas por la alta representante de Política Exterior del bloque, Federica Mogherini, y el canciller cubano Bruno Rodríguez.
Con la firma del mismo también se puso fin a la llamada Posición Común que estuvo vigente desde el año 1996 y mantenía prácticamente congeladas las relaciones entre Cuba y la UE.
Sobre la puesta en marcha del Acuerdo, y su importancia para ambas partes, Granma dialogó en exclusiva con el embajador de la delegación de la Unión Europea en Cuba, Alberto Navarro.
El funcionario comenzó recordando que las relaciones entre Cuba y el comunitario fueron establecidas en 1988, sin embargo, durante 20 años (1996-2016) se vieron limitadas por la llamada Posición Común.
Sin embargo –apuntó– en el 2008 se relanzó el diálogo a nivel político, complementado por la cooperación bilateral con la Isla; y tras la firma del Acuerdo el 12 de diciembre del pasado año, los lazos bilaterales tomaron un nuevo impulso.
Ahora, con la entrada en vigor de manera provisional del ADPC, se crea un marco legal para formalizar el diálogo político y reforzar la cooperación en diversos ámbitos.
En resumen, se trata de un día importante, que representa el inicio de una etapa beneficiosa para cubanos y europeos, pues con el Acuerdo podremos llegar a una relación más seria y madura, dijo el funcionario español.
Navarro explicó que el documento se implementa ahora de manera provisional, y se hará de forma permanente cuando los Parlamentos de los 28 estados miembros de la UE lo ratifiquen.
Hasta ahora lo han hecho Alemania, Bulgaria, Estonia, Hungría, Eslovaquia y República Checa, aunque se espera que los restantes 22 países hagan lo mismo en los próximos meses; normalmente ese proceso demora alrededor de dos años, apuntó.
DESMONTANDO EL ACUERDO
Tras la entrada en vigor del ADPC, comenzarán nuevos procesos y se dará continuidad a otros. Según el embajador, como parte del diálogo político empezará a celebrarse, al menos cada dos años, el Consejo UE-Cuba, presidido por el canciller caribeño y la Alta Representante europea, y donde los 28 Estados miembros del bloque comunitario participarán como observadores.
En esa reunión se discute la situación en Cuba y la Unión Europea, el contexto regional de cada uno, así como desafíos conjuntos: multilateralismo, derecho internacional, cambio climático, prevención de conflictos, entre otros.
En el tema de la cooperación, se dará continuidad al proceso reiniciado en el 2008.
Respecto a ello, entre el 2008 y el 2017, la UE ha financiado proyectos en la nación caribeña por valor de unos 120 millones de euros, en sectores como la seguridad alimentaria, energías renovables, intercambio de expertos, y preparación y respuesta ante situaciones de desastres; todos en aras de contribuir al desarrollo de Cuba y sus habitantes.
En cuanto al intercambio comercial, la Unión Europea es uno de los principales socios de la nación caribeña. En ese sentido, el embajador señaló que el ADPC no es de libre comercio, aunque posee un importante componente comercial.
Al referirse a los proyectos inmediatos, Navarro mencionó el Convenio de energía renovable, y uno relacionado con la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria.
Asimismo, trascendió que próximamente será inaugurado el Centro de Referencia para Adolescentes de La Habana Vieja, fruto de la cooperación entre la UE y Cuba, con Unicef y la Oficina del Historiador como contrapartes.
También, en el ámbito cultural, quedaron abiertas en el Palacio del Segundo Cabo las salas permanentes del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales entre Cuba y Europa.
UNA RELACIÓN MÁS SERIA Y MADURA
Durante el intercambio, el embajador de la delegación de la UE destacó los logros de Cuba en materias como salud y educación, y señaló la importancia de mantener lo logrado mediante la inclusión en esos sectores de las nuevas tecnologías.
Igualmente, señaló la presencia internacional de la Isla. A pesar de ser un territorio tan pequeño, todos saben ubicarlo en un mapa, afirmó.
Por otra parte, el funcionario español explicó que la UE ha permanecido junto a los cubanos en su recuperación tras el paso de diferentes catástrofes naturales, y ha ofrecido su ayuda.
El embajador también mencionó a la votación que cada año se celebra en las Naciones Unidas para condenar el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos a Cuba, y que coincidió con el inicio de la implementación del Acuerdo entre nuestro país y la UE.
Los 28 Estados miembros del comunitario han condenado en reiteradas ocasiones esa política contra la Isla, pues es una violación a los derechos humanos fundamentales del pueblo caribeño, refirió Navarro.
Añadió que el bloqueo es una política ilegal, e inmoral, contraria al derecho internacional. «Se consigue más mediante el diálogo que con el aislamiento (…) La Unión Europea cree en tender puentes, no en levantar muros», señaló.
CRECER EN MOMENTOS DE CRISIS
La Unión Europea es una organización única en el mundo, constituye una comunidad de derecho que se basa en la primacía del derecho comunitario y aplicabilidad directa, afirmó Navarro.
Con apenas 60 años de fundada cuenta entre sus logros con un mercado común basado en «cuatro libertades»: libre circulación de bienes, trabajadores, servicios y capitales; posee su propia moneda (euro), y tiene un acuerdo que suprime sus fronteras.
En el contexto actual, tiene muchos desafíos ante sí, apuntó el embajador. Uno de ellos es la negociación para la salida del Reino Unido (Brexit); es una situación en la que ambas partes saldrán perdiendo, pero trataremos de terminarla en paz.
Otro de estos retos son las reformas que propone el presidente francés Emmanuel Macron, entre las que destaca un presupuesto común para la eurozona, y establecer una política de defensa en el área, catalogadas por algunos analistas como la refundación de la Unión Europea.
También, existen otros desafíos, más globales, orientados hacia el logro de la paz y la estabilidad. Sin embargo, acotó el embajador, «nos hemos engrandecido en tiempos de crisis».
Cubaminrex/Granma/Embacuba Bélgica