Bangkok, 7 de abril de 2016 – La cadena televisiva Thailand News Network, más conocida por las iniciales TNN 24, tuvo a bien difundir un programa sobre Cuba promocionado en redes sociales con el tema “Otra visión sobre la visita de Obama”, bajo la conducción del editor jefe, Varin Sachdeo.
El programa pretendía dar a conocer a los televidentes una perspectiva que fuese más allá de lo que prevaleció en los medios del país durante esos días, es decir, lo generado por transnacionales noticiosas.
En un fluido debate, enriquecido con la participación del profesor Chaichana Ingavati, el embajador cubano, Víctor Daniel Ramirez, a la par que ofrecer una valoración general positiva sobre la visita, se refirió a la propia introducción realizada por el periodista para aclarar que las relaciones “no estaban normalizadas”, y a dicho tenor se extendió acerca de los ejes indispensables por los que transita la relación: la permanencia del bloqueo, la devolución de base naval de Guantánamo, y las actividades subversivas que se llevan a cabo.
Con respecto a Guantánamo, el diplomático expresó que si bien el gobierno cubano de 1903 había consentido al establecimiento de la misma, el gobierno de hace medio siglo no lo hacía.
Acerca de la supuesta represión a opositores, tan ampliamente difundida durante la visita, el Embajador puso a sus interlocutores en la supuesta posición de líderes del país, para preguntarles cómo obrarían si él, en su condición de embajador, se dispusiera a financiar, organizar y dirigir a ciudadanos del país para cambiar el gobierno. En cuanto a derechos humanos, se limitó a señalar la cantidad de instrumentos internacionales sobre dicho tema a los cuales Cuba se había adherido (44), ante lo cual el periodista reaccionó de sí propio con la curiosidad: ¿Y EE.UU.? Ello no dejó cabida a otra respuesta que la elocuente cifra que debe haber puesto a ponderar a entrevistadores y televidentes por igual: ¡Dieciocho!, respondió cortés y francamente.