El pueblo de Cuba, ha debido sufrir, enfrentar y resistir estoica y heroicamente, la agresión económica, más prolongada, sistemática y desbastadora que haya enfrentado país alguno en la contemporaneidad.
Muy pocos países hubiesen sobrevivido la política de agresiones y hostilidad despiadada como el bloqueo económico, comercial y financiero, desarrollado contra Cuba por los Estados Unidos, la potencia imperialista más rica y poderosa del mundo, contra un pequeño país en vías de desarrollo, situado a 90 millas de sus costas. Es sin lugar a dudas una violación del derecho internacional brutal, abusiva e inhumana.
Si esa política hubiese sido aplicada contra otro país, incluso uno desarrollado como la Gran Bretaña por ejemplo, posiblemente la monarquía se hubiese derrumbado hace tiempo, el caos político y social sería de tal magnitud que hubiesen desaparecido los partidos políticos tradicionales, el país se hubiese fragmentado y la población se hundiría en la desesperación y la pobreza.
Por eso el hecho de que Cuba haya logrado sobrevivir, a pesar de las enormes dificultades y problemas que enfrenta, los grandes sacrificio y los sufrimientos que padece nuestro pueblo, sorprende hasta a nuestros adversarios, ello ha sido posible por la extraordinaria fuerza de una revolución y la monolítica unidad del pueblo, bajo la dirección de líderes extraordinarios y excepcionales.
Cuba es el único país del mundo donde los norteamericanos tienen prohibido viajar como turistas, al que se le tiene prohibido usar el dólar norteamericano, sometido a la persecución y el acoso financiero, al que se trata de impedir el acceso a los combustibles, a muchos medicamentos y numerosas tecnologías aunque no sean norteamericanas, muchos empresarios, banqueros y hombres de negocio no pueden hacer negocios con Cuba por las amenazas o el miedo a disgustar a la poderosa potencia del norte, y además contra ella se desarrolla la más demoledora campaña de propaganda, desinformación y descredito jamás orquestada contra país alguno.
Pero también asombrosamente, la abrumadora mayoría de los gobiernos del mundo en las Naciones Unidas, por más de dos décadas, todos los años condenan la política de agresiones y bloqueo e incluso los principales aliados del coloso norteamericano, condenan su feroz y odiosa y hostilidad contra la pequeña pero heroica Cuba, que es un paradigma de cooperación y amistad con todos los pueblos del mundo, incluido el norteamericano.
El gobierno norteamericano trata de mostrar desinterés hacia las críticas del resto del mundo con su habitual arrogancia, pero les molesta y no comprenden como ocurre ni saben cómo evitarlo.
Esas medidas se han recrudecido en los últimos años, a ella se ha sumado, la disparatada inclusión de Cuba en el listado de los países patrocinadores del terrorismo, creado unilateralmente por el Departamento de Estados norteamericano. El 12 de enero del 2021, apenas una semana antes de concluir su mandato el presidente Donald Trump, sin evidencia ni base legal alguna reinscribió a Cuba en esa infame lista.
No se puede mencionar un solo caso de acción violenta perpetrado en el territorio norteamericano que sea responsabilidad de Cuba, que haya sido apadrinado, promovido o protegido por Cuba, mientras que Cuba ha sido uno de los países más agredido por organizaciones apoyadas, creadas o estimuladas por los Estados unidos con más de 3500 víctimas cubanas muertas por acciones de grupos terroristas financiados, entrenados y armados por los Estados Unidos.
Es hora de que la administración norteamericana, abandone una política que no representa ni los intereses ni la voluntad de la mayoría de los norteamericanos, y le resta prestigio y autoridad a su país en el mundo, y asuma una política de respeto al gobierno y el pueblo de Cuba, en favor del desarrollo de relaciones normales, respetando su soberanía e independencia dentro de las diferencias que existen entre ambos países.
¡Abajo el bloqueo!
¡Viva Cuba Libre!
Asociación de Cubanos Residentes en Jamaica "Antonio Maceo"
Kingston, 12 de septiembre de 2024