Fidel, el líder histórico de la revolución cubana fue claro como el agua, en cuanto a las intenciones del imperio norteamericano respecto a la base naval de Guantánamo, ubicada en el sureste de Cuba. «Desde el triunfo de la revolución en enero de 1959, el gobierno revolucionario ha denunciado la ocupación ilegal de la parte de nuestro territorio ocupada por Estados Unidos. Pero al mismo tiempo Estados Unidos ha convertido el territorio ocupado de la Base Naval de Guantánamo en una fuente permanente de amenazas, provocaciones y violación de la soberanía de Cuba, con el objetivo de crear obstáculos al victorioso proceso revolucionario. La base siempre ha formado parte de los planes y operaciones concebidos por Washington para derrocar al Gobierno revolucionario'.
Esa situación sigue siendo la misma hoy que cuando esas enfáticas palabras fueron pronunciadas por el líder cubano. La más reciente propuesta del 47º presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, de utilizarlo como centro de detención masiva de migrantes, socava los cimientos mismos del inicio de la llamada 'edad de oro' norteamericana, en su discurso de aceptación con su crueldad y arbitrariedad que ha empleado en las acciones de 'desguace' y deportación, desde el 20 de enero de 2025.
Para colmo de males, estos migrantes indocumentados, que en su mayoría son «migrantes económicos», que huyen del ajuste estructural de las políticas neoliberales adoptadas por sus gobiernos con el pleno respaldo de las administraciones estadounidenses, están siendo injustamente etiquetados como mafiosos y criminales, que incluso son rechazados por sus países de origen.
La crueldad y barbarie de la acción de Trump no debe sorprender a nadie, que haya estado siguiendo el uso reciente de este territorio cubano ilegalmente ocupado, que ha desarrollado una nada envidiable notoriedad como sitio de torturas, detenciones indefinidas sin cargos ni juicio y otras prácticas ilícitas por parte del gobierno de Estados Unidos comenzando con George W Bush en 2002 tras la guerra de Irak y continuado por los sucesivos ocupantes de la Casa Blanca.
Nuestro hermano país no está solo frente al imperio y sus canalladas y puede seguir contando con el movimiento internacional de solidaridad con el pueblo cubano, del que formamos parte, en la mejor tradición de resistencia de nuestros pueblos en la lucha por un mundo mejor.
Kingston, 31 de enero de 2025
