El 14 de enero, el presidente saliente de Estados Unidos, Biden, retiró la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. Esto formaba parte de un acuerdo más amplio negociado por el Vaticano y que fue muy celebrado en todo el mundo. 6 días después, el nuevo presidente de Estados Unidos, Trump, ha vuelto a añadir la designación a Cuba.
Esta es la segunda vez que Trump hace retroceder décadas las relaciones entre EE.UU. y Cuba, la primera fue cuando revirtió la decisión anterior de Obama de eliminar la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. Siguiendo con la tendencia de brutalidad estadounidense, Trump infligirá al pueblo cubano 4 años más de injusticia y sufrimiento masivo.
Con esta designación vienen sanciones como:
1. La exigencia de que el gobierno de EE.UU. se oponga a cualquier posible préstamo que el Banco Mundial o cualquier otra institución financiera internacional conceda a Cuba;
2. Prohibición de cualquier ayuda estadounidense a Cuba en el marco de los programas Alimentos para la Paz, Cuerpos de Paz y Banco de Exportaciones e Importaciones;
3. Prohibición de que personas estadounidenses realicen transacciones financieras con el gobierno cubano sin el permiso del Tesoro estadounidense.
Estas sanciones sólo sirven para paralizar la capacidad del gobierno cubano para hacer frente a las necesidades de su pueblo e inhibir la consolidación del socialismo en el Caribe. Como comunistas debemos oponernos a cualquier injerencia del imperialismo estadounidense en Cuba y apoyar la marcha del pueblo cubano hacia la paz y el socialismo. Debemos oponernos al régimen de Trump y su doctrina de hegemonía y guerra de asedio. Ahora y hasta que EEUU ponga fin a su injerencia en Cuba, hasta que se levante el embargo y hasta que el pueblo cubano conozca la paz, nuestro lema debe ser
¡Manos fuera de Cuba!
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