La doctora cubana María del Carmen Millares Díaz, es una de las heroínas anónimas en la lucha contra la Covid-19.
Una mujer de principios, hija de Camagüey, tierra del Dr. Carlos J. Finlay, fiel a la Revolución, a Fidel, al Che Guevara y comprometida con su tiempo, con su pueblo y su familia.
Botswana es su primer destino como médico internacionalista, miembro de nuestro glorioso Ejército de Batas Blancas, que orgulloso recorre el mundo desde los años 60 del siglo pasado.
La Dra. Millares Díaz es intensivista en el Hospital “Princess Marina” de Gaborone, capital de este país de Africa Austral, donde labora hace más de un año, salvando vidas y devolviendo esperanzas.
Es también la Jefa de la Brigada Médica cubana de dicha urbe, responsabilidad que alterna con su desempeño profesional.
Con la sencillez y firmeza que la caracterizan, comenta que la experiencia en Botswana ha sido “muy buena para su desarrollo personal y profesional, al conocer otro país, con una cultura diferente a la nuestra, otras costumbres y tradiciones”.
Al respecto, destaca la oportunidad de tratar pacientes con enfermedades como el VIH/sida y la Tuberculosis, ambas con una alta incidencia en esta población, y ver complicaciones de las mismas, como por ejemplo la Tuberculosis Espinal, con destrucción total de las vertebras de la columna, que llega a impedirles caminar, en algunos casos.
Subraya que los pacientes y colegas botswaneses, reconocen su trabajo, les agrada mucho y siempre valoran la entrega y dedicación de los profesionales cubanos.
En sus palabras, la Doctora refiere el impacto negativo del bloqueo del gobierno de Estados Unidos contra Cuba en nuestro sistema de salud, en tanto principal obstáculo para adquirir y disponer del equipamiento moderno necesario en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de instalaciones y centros de la Isla, como es el caso de equipos de ventilación mecánica, bombas de infusión, jeringas perfusoras y monitores, entre otros.
En tiempos de Covid-19, la cooperante destaca que en su puesto de trabajo “observa las medidas de protección y sus colegas en sentido general son profesionales, muy competentes, disciplinados, respetuosos y estrictos en el cumplimiento de los protocolos de tratamiento.” Al concluir, señala con emoción que en Botswana ha crecido como especialista y como persona.
@CubaMinrex
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