Operación Milagro: los comienzos
“Agradecer a los y las hermanas cubanas que hicieron posible el milagro de que cientos y cientos volvieran a ver”.
Marina Arismendi (*)
Comenzaron los llamados «desembarcos» en pueblos, localidades, barrios. Aplicábamos un formulario diseñado por la Universidad de la República, por sus científicos y científicas que luego de ser analizado, del papel y lápiz pasaba a las computadoras donadas por organismos del Estado. Allí un algoritmo, que, naturalmente se fue ajustando a la realidad que encontrábamos. Empezaba a funcionar el PANES, Plan Nacional de Atención a la Emergencia Social.
Sabíamos, técnicos, académicos y responsables políticos, qué elementos ponían de manifiesto el desamparo, la pobreza extrema: ingresos, estado del hogar, nivel educativo, situación de discapacidad, enfermedades. Y cuando leíamos los formularios y encontrábamos problemas de salud, recurríamos al Dr.Gerardo Lorbeer para que nos dijera cuánta prioridad había en ese caso.
Y empezó a aparecer la ceguera , por diversas causas y ahí supimos de las larguísimas listas de espera en los hospitales, los precios de las operaciones, y, cuántos de los y las que entrevistábamos estaban en la miseria porque no veían, porque no tenían derecho a una cirugía.
No estaba en el Plan cuidadosamente elaborado durante mucho tiempo por el Frente Amplio, pero había que resolverlo. Compartido con el equipo, con el compañero Presidente Tabaré Vázquez, una fría tarde de 2005, suena el teléfono, era Tabaré que pregunta: «¿Te animás a embarcar a veinte personas para que se operen en Cuba?».
¡Cómo no nos íbamos a animar! Hoy no vale la pena contar todas las dificultades y todos los demonios que se desataron. Sólo recordar, agradecer a los y las hermanas cubanas que hicieron posible el milagro de que cientos y cientos volvieran a ver. Fue inclusión total.
El entonces ministro del Interior, José Diaz, colaboró con la rápida expedición de la documentación. La ministra de Defensa Nacional, Azucena Berrutti resolvió los problemas de aeropuerto, así como también la empresa que lo gestiona.
La ministra de Salud Pública, dra. María Julia Muñoz, estaba al frente de todo lo técnico, el consentimiento informado, el seguimiento, personal del MSP y personal del MIDES acompañaban cada delegación.
Los viajes empezaron en barco a Buenos Aires. Cuando salieron aquellos primeros veinte., nos dimos cuenta de que no tenían más que una matera. Ahí los sindicatos donaron bolsos de viaje, toallas, útiles de higiene, a lo que cualquiera accedería en caso de viajar,
Algo nos estremeció, al volver nos decían felices: «No te dabas cuenta quién era el médico». No entendíamos qué tenía de bueno esa afirmación. Se referían al amor y respeto con los que los trataban
Luego vino el Hospital de Ojos «José Martí». Ahí se pudo empezar a operar, porque luego de muchos debates y problemas, un oftalmólogo uruguayo se puso la resolución al hombro y dijo: «Hoy empezamos». Teníamos a la querida Brigada cubana, los aparatos, el embellecido local y al Dr. Yamandú Bermúdez al frente.
(-) ex ministra de Desarrollo Social.
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