65 años de bloqueo, 58 años sin el Che – ¡La lucha continúa!
¡Queridas compañeras y compañeros!
¡Amigas y amigos de Cuba!
Antes de hablar sobre las grandes conexiones políticas, quiero contarles una historia muy personal: la historia de mi primer encuentro con el Che Guevara y mi reciente viaje siguiendo sus huellas por Latinoamérica.
Tenía 16 años y quería, como muchos jóvenes en la pubertad, rebelarme contra el orden en la escuela y la sociedad. Al principio lo hice de manera muy superficial: pelo largo, música fuerte y fumando mis primeros cigarrillos. Por casualidad descubrí en el armario de mi hermano mayor una camiseta rojo-negra con el rostro de un hombre rebelde en el frente y una frase desafiante en la parte de atrás: "fuck you i wont do what you tell me" – me pareció bastante apropiada para ponérmela casi todos los días para ir a la escuela.
Para mi disgusto, los profesores ignoraron mi 'disfraz revolucionario', hasta aquel día en que mi progresista profesora de inglés me preguntó si sabía quién era ese hombre en mi camiseta. Dije que no. Mi profesora sonrió y me reveló que se trataba de la famosa imagen del Che, Guerrillero Heroico. Como 'pequeño castigo', que después resultaría ser una gran recompensa, me asignó la tarea de hacer una presentación sobre el hombre de la camiseta en dos semanas. Así conocí a Ernesto Guevara de la Serna de Rosario y ese encuentro cambió mi vida.
Décadas después, ese encuentro me llevó a Latinoamérica – siguiendo las huellas del joven Che. Hace pocos meses estuve en Argentina y pude visitar los lugares que moldearon al hombre que después cambiaría el mundo. Desde Caraguatay en la provincia de Misiones, donde sus padres rebeldes Celia de la Serna y Ernesto Rafael Guevara Lynch construyeron en 1928 su primer hogar conjunto, pasando por Rosario, donde Ernestito vio la luz el 14 de junio de 1928, hasta Alta Gracia cerca de Córdoba, donde el joven Che pasó gran parte de su infancia y juventud, después de sufrir su primer ataque de asma a los dos años.
Puedo considerarme afortunado de haber llegado, a través del Che, también a la historia de la revolución cubana y la idea del socialismo. Mi rebelión superficial se transformó así en un conocimiento profundo sobre la necesidad de la lucha de la humanidad por la libertad y la justicia.
Aunque criado en una casa burguesa y sin privaciones en Argentina, Ernesto Che Guevara reconoció desde joven las injusticias que existían en el mundo – especialmente en Latinoamérica – y que aún existen hoy. Las experiencias que pudo recoger en sus viajes por Sudamérica lo llenaron de esa conciencia revolucionaria que demostró una y otra vez en sus años posteriores.
A la posteridad le dejó esta frase: "Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario."
Estas palabras han adquirido una actualidad aterradora hoy, 58 años después de su muerte. Porque la injusticia que el Che denunciaba entonces se ha transformado en una agresión sistemática que desde hace 65 años se dirige contra todo un pueblo: el bloqueo estadounidense contra Cuba, violatorio del derecho internacional – el más largo de su tipo en la historia de la humanidad.
Hoy, en el año 2025, vemos a Latinoamérica nuevamente bajo ataque. La Doctrina Monroe de 1823 vive un renacimiento agresivo. Una masiva presencia militar estadounidense en el Caribe – con portaaviones, destructores e incluso submarinos nucleares – amenaza a Venezuela y toda la región. Lo que los 33 países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) han declarado zona de paz, es deliberadamente torpedoeado por Washington. ¡El espíritu del Che, que una vez luchó por la liberación de toda Latinoamérica, se necesita hoy más que nunca!
Hoy experimentamos cómo esta opresión toma formas concretas y crueles: Más del 80 por ciento de todos los cubanos viven desde su nacimiento bajo la presión del bloqueo estadounidense. Los niños quedan ciegos porque faltan medicamentos vitales. Los pacientes de cáncer mueren porque se bloquean las quimioterapias. Diariamente Cuba pierde más de 20 millones de dólares estadounidenses por el bloqueo – dinero que se necesita urgentemente para alimentos, combustible y medicamentos.
Y sin embargo – y esto habría llenado de orgullo al Che – ¡el pueblo cubano no se deja quebrar! Mientras Estados Unidos calumnia a Cuba como "Estado terrorista", la isla envía su "ejército de batas blancas" a todo el mundo. Más de 3.700 médicos cubanos ayudaron durante la pandemia de COVID-19 en 39 países. Desde el Ébola en África Occidental hasta el COVID-19 en Europa – las brigadas médicas cubanas salvan vidas en todo el mundo y encarnan así el internacionalismo del Che en su forma más pura.
"Seamos realistas y hagamos lo imposible." - Esta es probablemente una de las citas más famosas que se atribuye a Ernesto Che Guevara. Con esto nos quiere decir que no debemos cansarnos de luchar por un mundo justo. ¡Sin importar en qué lugar! ¡Sin importar lo desesperanzador que pueda parecer!
El Che Guevara fue y es símbolo de la juventud que se defiende contra la injusticia dominante, y símbolo de una lucha que no terminará mientras existan la explotación y la opresión en este mundo.
Hoy, 58 años después de su muerte, su legado está más vivo que nunca. Porque en Cuba vive su espíritu – en un pueblo que a pesar de todas las adversidades no capitula, que envía médicos en lugar de soldados a todo el mundo y que "comparte lo que tiene, en lugar de dar lo que le sobra".
Por eso y por muchas razones, somos solidarios con Cuba y decimos en voz alta:
¡Basta de 65 años de bloqueo!
¡Seamos como el CHE!
¡Hasta la victoria siempre!
