Bruselas 25 de julio.- Queridos compañeras y compañeros embajadores y representantes diplomáticos de las naciones hermanas de Venezuela, Nicaragua y Bolivia, de los movimientos sociales y de solidaridad con Cuba, compatriotas cubanos residentes en Bélgica:
Muchas gracias por acompañarnos en esta celebración por el Día de la Rebeldía Nacional. La significación histórica del 26 de julio de 1953, creo que es ampliamente conocida y ha sido resaltada por varios oradores. Solo quisiera apuntar el valor simbólico que para los cubanos implica esta fecha.
El 26 de julio es un día de júbilo por los logros obtenidos, de reconocimiento al esfuerzo desplegado para alcanzar metas superiores en el orden del desarrollo económico y social del país, una fiesta popular que se extiende por toda nuestra geografía. Es también un momento de balance y proyección de futuro, alimentado por la convicción revolucionaria de que siempre podemos hacer más y que se puede hacer mejor.
Son tiempos difíciles los que corren para los cubanos debido a la arremetida yanqui que se arrecia con las vueltas de tuercas al criminal bloqueo, la injusta inclusión de Cuba en la espuria lista de estados patrocinadores del terrorismo y una enfermiza campaña de intoxicación a través de las plataformas digitales. Frente a ello, cada conmemoración del 26 de julio es el testimonio de que no han podido quebrantar la voluntad de nuestro valeroso pueblo y que fracasarán eternamente en sus trasnochados intentos por descarrilar la Revolución. Como expresara recientemente el presidente Miguel Díaz Canel Bermúdez: “La rendición nunca ha sido alternativa”
El mismo espíritu de rebeldía que hizo a la generación del Centenario levantarse contra el tirano Batista, es el que alimenta la resistencia de los cubanos en desafío ante los embates de la actual administración imperial. En esa batalla no estamos solos. Contamos con amigos como ustedes en todo el mundo y con los compatriotas residentes en el exterior, quienes guidados por un noble sentimiento de solidaridad, nos extienden la mano y nos alientan con su apoyo, lo cual agradecemos profundamente.
Me permito concluir evocando al Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, cuando expresó. “….jamás un pueblo tuvo cosas tan sagradas que defender, ni convicciones tan profundas por las cuales luchar, de tal modo que prefiere desaparecer de la faz de la Tierra antes que renunciar a la obra noble y generosa por la cual muchas generaciones de cubanos han pagado el elevado costo de muchas vidas de sus mejores hijos.”
Aquí estamos y estaremos, de pie, combatiendo, hasta la victoria siempre!
Muchas gracias.
(EmbaCuba Bélgica)