Berlín, 29 de enero de 2018.- En ocasión de cumplirse este 28 de enero el aniversario 165 del natalicio de nuestro Héroe Nacional, José Martí, la sede del Consulado de Cuba en Berlín acogió, además del colectivo de esta Misión Diplomática, a los miembros de La Estrella de Cuba, organización de cubanos residentes en esta ciudad germana, sus familiares y amigos.
Las palabras del embajador, Ramón Ripoll, y del presidente de La Estrella de Cuba, José Conde, rememoraron la vida y obra de nuestro Héroe Nacional. El Embajador aprovechó la oportunidad para informar a los presentes acerca de la ceremonia de inauguración oficial en La Habana, de la única estatua ecuestre de José Martí, réplica de la existente en el Parque Central de Nueva York, en Estados Unidos.
La ocasión fue propicia para promover la participación de un mayor número de residentes cubanos y sus familiares en ocasiones como esta, y para entregar un modesto reconocimiento a la nueva generación, a los pinos nuevos de La Estrella de Cuba. “Esperamos que este reconocimiento funja como exhortación a continuar trabajando de conjunto, en particular de cara al venidero Encuentro de Cubanos Residentes, que se celebrará en mayo próximo”, afirmó Conde.
Además de recordar la figura del político, pensador, escritor, periodista, filósofo y poeta cubano, se recordó al Martí que amó mucho a los niños, escribió para ellos y sobre ellos: “Sin los niños no se puede vivir, como no puede vivir la tierra sin luz.” Por eso, Laura Fayula Careaga, declamó unos versos al Apóstol, como regalo de recordación de los más pequeños integrantes del colectivo de la Embajada.
Momento destacado de la velada lo constituyó la proyección de “El Camarón Encantado”, dibujo animado producido por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), y cuya moraleja mantiene total vigencia: “La ambición sin medida ni respeto, sólo conduce a la desgracia”.
“Lo que queremos es que los niños sean felices, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo”, escribió Martí en el prólogo de La Edad de Oro. En ese espíritu, los niños fueron los primeros en colocar las flores que engalanan el busto del “Martí Universal”, obra de Alberto Lescay, ubicado en la entrada principal de la Embajada: flores blancas para el amigo sincero.
(EmbaCuba Alemania)