El Alba que comenzó con un abrazo

El 14 de diciembre de 1994, se encontraron por primera vez Fidel Castro y Hugo Chávez, en un instante que quedaría para la historia, y que encendería una luz de esperanza para la futura integración latinoamericana. Chávez recordó tiem­po después cómo ocurrió «el en­cuentro»: «veo a Fidel parado en la pata de la escalerilla, yo cargaba un maletincito, y lo puse en el suelo para darle un abrazo (…) El Alba comenzó con ese abrazo».

La Alternativa Bolivariana para los Pue­blos de Nuestra América (ALBA) surgió oficialmente el 14 de diciembre del 2004, como opción frente al Área de Libre Co­mercio para las Américas, considerada por los líderes de la región como un plan imperialista de sometimiento que profundizaba la po­breza de los pueblos del área, al promover el libre albedrío de las transnacionales y el mercado.

Desde el 2001, como parte de la 3ra. Cumbre de Jefes de Estado y Go­bierno de la Asociación de Es­tados del Caribe, Chávez había presentado la idea del ALBA, pero años más tarde fue que junto a Fidel firmó la Declaración Conjunta.

El documento recoge el propósito  fundamental que al día de hoy de­fiende el ALBA: «la transformación de las sociedades latinoamericanas, haciéndolas más justas, cultas, participativas y solidarias y que, por ello, está concebida como un proceso integral que asegure la eliminación de las desigualdades so­ciales y fomente la calidad de vida y una participación efectiva de los pueblos en la conformación de su propio destino».

Dos años más tarde, en el 2006, se incorporó Bolivia y el ALBA se enriqueció con la propuesta de los Tra­tados de Comercio de los Pueblos (TCP), herramientas para un intercambio solidario y complementario para beneficiar a los pueblos.

En junio del 2009, los Jefes de Es­ta­do y de Gobierno de los países miembros decidieron que el ALBA-TCP se denominaría Alianza Bolivariana pa­ra los Pueblos de Nuestra Amé­rica–Tratado de Co­mercio de los Pueblos (ALBA–TCP) en el entendido que el crecimiento y fortalecimiento político del ALBA-TCP la constituye en una fuerza real y efectiva, de acuerdo con la página digital del organismo.

Actualmente la conforman Ve­ne­zuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Man­comunidad de Dominica, An­tigua y Barbuda, Ecuador, San Vi­cente y Las Granadinas, Santa Lu­cía, San Cris­tóbal y Nieves y Gra­nada.

Hasta el momento se han efectuado 13 cumbres, y los países miembros se han beneficiado gracias a iniciativas como la Misión Milagro, el Fondo Cultural ALBA y la Escuela latinoamericana de Medicina de Cuba.

El ALBA-TCP continuará trabajando por preservar los logros alcanzados en estos 12 años, como el fortalecimiento de la unidad latinoamericana; la promoción de un sistema político multicéntrico y pluripolar; la lucha contra el intervencionismo y la guerra; y la defensa de la so­beranía de Nuestra América. Asi­mismo, se propone incrementar el programa para personas con discapacidad, y programas de alfabetización.

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Cooperación