El futuro nos pertenece a quienes luchamos por un mundo mejor.

Declaración de la Asociación de Amistad Jamaica-Cuba

En la mejor tradición de Josef Goebbels, ministro de propaganda del Tercer Reich de Hitler, Marco Rubio, Secretario de Estado de EE.UU. y adherente a la doctrina Goebells que establece que «una mentira dicha una vez sigue siendo una mentira, pero dicha mil veces se convierte en verdad».

Sin aportar ni una sola prueba, saca a relucir la posición armamentística de que «Cuba está en una lista de países que no cooperan plenamente con la lucha antiterrorista».

Una posición que contradice plenamente la conclusión de la evaluación de la anterior administración Biden, hace apenas un año, que retiró a nuestro hermano país de esta lista arbitraria y políticamente artificiosa, y que al mismo tiempo socava la competencia de las agencias estadounidenses encargadas de recopilar esa información para tomar esa determinación.

Rubio, el más alto diplomático de EE.UU. y de origen cubano, se encuentra entre los críticos más virulentos de la revolución liderada por Fidel y también parece sufrir de amnesia selectiva, dadas las más que centenarias campañas de terror desatadas por el gobierno de EE.UU. contra nosotros, los pueblos del sur global, con su total complicidad actual con la campaña genocida de terror y limpieza étnica del apartheid israelí, a través del bombardeo y la inanición del valiente pueblo palestino, como uno de esos marcadores.

Además, al igual que otros servidores del imperio estadounidense, Rubio y el actual ocupante de la Casa Blanca, se sienten profundamente frustrados por sus esfuerzos para quebrar la voluntad y la resistencia del pueblo cubano, en su lucha por construir el tipo de sociedad que ha hecho de nuestro país hermano el «faro de esperanza» de que un mundo mejor y diferente es posible y necesario.

Una frustración que hunde sus raíces en la resolución 499 del Departamento de Estado estadounidense de abril de 1960, apenas 16 meses después del triunfo de la revolución cubana sobre el régimen despótico de Fulgencio Batista, apoyado por Estados Unidos. Armada con el sello de aprobación presidencial de Dwight Eisenhower, y enfrentada a una población decidida, liderada por el líder histórico de la revolución cubana, Fidel, a tomar su destino en sus propias manos, la resolución señalaba en parte. El único medio previsible de alienar el apoyo interno es a través del desencanto basado en la insatisfacción y las dificultades económicas... deben emprenderse con prontitud todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba... una línea de acción que haga las mayores incursiones en la negación de dinero y suministros a Cuba para disminuir los salarios monetarios y reales con el fin de provocar el hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno».

Siguiendo la tradición de los mambises, nuestros hermanos y hermanas de la patria de Martí, Fidel, Raúl y Díaz Canel pueden seguir contando con el apoyo incondicional de sus colegas jamaicanos, pues el futuro nos pertenece a quienes luchamos por un mundo mejor.

18 de mayo de 2025

Categoría
Bloqueo
Solidaridad
RSS Minrex