En Lisboa, 25 años después

Por: Ahmed Piñeiro Fernández

Hace casi medio siglo que el Ballet Nacional de Cuba se presentó por primera vez en Portugal. El esperado debut de Alicia Alonso y la gran compañía cubana se produjo el 14 de mayo de 1975, en el Teatro Nacional San Carlos, de Lisboa, uno de los escenarios más importantes de Europa. El regreso del Ballet Nacional de Cuba a Lisboa, el viernes 10 de mayo, luego de veinticinco años de ausencia, fue un verdadero acontecimiento tanto para los portugueses como para los cubanos.

Erigido entre dos sitios representativos de Lisboa: el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belén, el Centro Cultural de Belén posee una intensa y muy variada programación artística. Se trata de un Complejo Cultural, integrado por varias salas polivalentes, un centro de exposiciones, un centro de reuniones, y dos auditorios para espectáculos de ópera, danza, teatro y cine.

Completaron el programa, “Didenoi”, trío coreografiado por la española Maruxa Salas a partir de dos fados (expresión por antonomasia de la música portuguesa): “Garça Perdida” (música de Leonardo Amuedo y letra de João Mendonça) y “Porto de Mágoas” (música de Dulce Pontes y Leonardo Amuedo y letra de Dulce Pontes), en la voz de Dulce Pontes, una de las más importantes cantantes portuguesas de la actualidad, con Paloma Blanco, Fernando Faxas y José Ángel González, y “Majísimo”, uno de los momentos más aplaudidos de la noche, ballet del cubano Jorge García, muy querido y respetado en Portugal, que durante varios años se desempeñó como profesor de la Escuela de Danza del Conservatorio Nacional —uno de los salones de ese centro docente lleva el nombre del bailarín, coreógrafo y director artístico cubano, fallecido en Lisboa en 2021—, interpretado por Anette Delgado y Ányelo Montero, Estefanía Hernández y Jorge Guerra, Alianed Moreno y Luis Fernández, y Carolina Rodríguez y el joven Ixán Ferrer, alumno de la Escuela Nacional de Ballet “Fernando Alonso”, que realizó su debut en el siempre exitoso divertimento.

En el público, que colmó el Centro Cultural de Belén, se encontraba la bailarina británica Maina Gielgud, una de las personalidades más destacadas de la danza del pasado siglo, ex primera figura de compañías como The Royal Ballet, London Festival Ballet (hoy English National Ballet), Staatsoper Ballet de Berlín... y una de las estrellas principales del Ballet del Siglo XX, de Maurice Béjart (para ella, el gran coreógrafo francés creó especialmente la tercera sección de “Bhakti”, “Ni flores ni coronas” y Forma y línea”, entre otros ballets), recordada en Cuba por sus actuaciones con la compañía béjartiana y como artista invitada del Ballet Nacional de Cuba y el Festival Internacional de Ballet de La Habana. Al concluir la función, Maina Gielgud saludó a la directora general del BNC, Viengsay Valdés, y al resto los bailarines cubanos, a quienes elogió y felicitó.

(Con información de Cubadebate)

 

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