Madrid, 10 de abril de 2020
Carta al presidente de Estados Unidos, sr. Donald Trump
Señor presidente:
El mundo se enfrenta a una grave y difícil situación, con una pandemia que ya ha causado decenas de miles de muertos y que también afecta gravemente a su país, entre otros muchos. Esa emergencia ha hecho brotar hermosos gestos de ayuda y fraternidad, con países y gobiernos que están reuniendo equipos médicos y suministros para enviar contingentes de ayuda allí donde está causando una mayor mortandad. En el Caribe, un país está dando lo mejor de sus hijos e hijas para combatir la pandemia, dando muestras de su fraternal solidaridad, compartiendo lo que tiene con otros países del mundo. Ese país se llama Cuba y ha contribuido a mejorar la vida de millones de personas en miles de poblaciones, y cuenta con médicas, médicos y enfermeros y enfermeras trabajando en 164 países, y que con sus avances en biotecnología ha conseguido desarrollar uno de los medicamentos utilizados para luchar contra la Covid-19.
Sin embargo, Cuba es un país que se ve forzado a desarrollar su potencial científico, y la solidaridad con otros países, en unas difíciles condiciones y un entorno hostil bajo un agresivo bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos, el país que usted preside, impone incluso a terceros países y a empresas multinacionales con el fin de ahogar la economía cubana y doblegar su voluntad.
Sería penoso que, en el futuro, el gran país que usted preside tuviera que avergonzarse de haber tratado de asfixiar a Cuba, artífice de tantos hermosos gestos de solidaridad con quienes sufren la pandemia, enfrentándose al mismo tiempo a las duras consecuencias del bloqueo que Estados Unidos impone. Estados Unidos, que cuenta con mayores recursos, debería combatir la emergencia sanitaria mundial, movilizando sus recursos, aportando su capacidad y sus medios allí donde se precisan con urgencia, como está haciendo Cuba, y como hace China. Porque su gobierno sabe que Cuba es uno de los países que más ayuda
internacional está enviando allí donde la precisan.
En medio de esta terrible emergencia sanitaria mundial, el bloqueo estadounidense es la causa de que no puedan llegar suministros médicos desde China a Cuba, aumentando un sufrimiento que podría evitarse. Las víctimas, los muertos a consecuencia del bloqueo, serán única y exclusivamente responsabilidad del gobierno estadounidense: por eso, la historia le reservará el deshonor y la ignominia.
El bloqueo a Cuba sigue siendo el mayor obstáculo para su desarrollo y el principal motivo de sufrimiento de un pueblo que solo quiere vivir en paz y dignidad. Dado que son empresas norteamericanas las principales productoras de equipos e instrumental médico en el mundo, ese infame bloqueo impide la compra de suministros y tecnologías médicas que tengan más de un diez por ciento de componentes estadounidenses. Esa es la razón por la que Cuba no tiene acceso, a diferencia de otros países, a los recursos y la tecnología necesaria para aumentar su contribución contra la pandemia. El bloqueo es un crimen despiadado, y Cuba nunca estará sola para denunciarlo. Por eso, desde el Parlamento Europeo quiero denunciar esa crueldad y exigir al gobierno estadounidense que levante el bloqueo que dura ya casi sesenta años.
Señor presidente: los ciudadanos norteamericanos no deberían soportar el viento de la guerra, la sombra de la indignidad, el negro oprobio de la agresión y la mentira, el espectro y la pólvora de un bloqueo inhumano que sólo ha llevado sufrimiento a Cuba y vergüenza a los Estados Unidos.
Manu Pineda
Diputado del Parlamento Europeo
Izquierda Unida - Unidas Podemos