Fidel, hoy también contribuimos a saldar nuestra deuda con el continente africano

Africa y Cuba están unidas desde el horroroso período de la trata de esclavos, cuando más de un millón de africanos fue llevado a Cuba por la fuerza, y utilizados en los trabajos más duros y en las condiciones más inhumanas que puedan concebirse. A partir de ahí, los africanos intervinieron de manera decisiva en la creación de nuestra nacionalidad. Al respecto, Fidel dijo: “Sin África, sin sus hijos y sus hijas, sin su cultura y sus costumbres, sin sus lenguas y sus dioses, Cuba no sería lo que es hoy. El pueblo cubano tiene por ello una deuda con África que se acrecienta con la historia heroica que hemos compartido”.

Por eso en el acto efectuado en Mandela Park, en Jamaica, el día 30 de julio de 1998, Fidel, refiriéndose al noble esfuerzo del pueblo cubano en favor de la liberación de África recordaba que “nuestra lucha comenzó muy temprano en esa dirección. Primero fue política, junto a Nkrumah, Sekou Touré, Nasser y otros líderes; más tarde, cuando quedaban las últimas colonias luchando por la independencia, se transformó en apoyo al movimiento armado de aquellos países todavía colonizados, como Cabo Verde, Guinea Bissau, Sao Tomé y Príncipe, Angola y Mozambique, aunque en este último país, más distante de Cuba, nuestro respaldo fue fundamentalmente político. Apoyamos igualmente, después del asesinato de Lumumba, la lucha armada del pueblo del Congo contra los mercenarios blancos y los traidores al servicio del colonialismo, acciones en las que participó un pequeño contingente de instructores y combatientes cubanos dirigidos por nuestro entrañable compañero Ernesto Che Guevara. ¿Qué hacíamos nosotros, sino pagar nuestra deuda con la humanidad, nuestra deuda con África, nuestra deuda con aquellos que lucharon por nuestra dignidad, con aquellos que lucharon por nuestra independencia en muchos campos de batalla? Eso es lo que hemos hecho, no merecemos ningún especial reconocimiento, no merecemos ninguna especial gratitud, simplemente cumplimos un deber.

“… cumplimos nuestro deber y somos nosotros los que tenemos que darles las gracias a nuestros antepasados africanos; a los que lucharon tanto aquí en Jamaica primero como en la propia Cuba, donde hubo también grandes sublevaciones de esclavos a principios del siglo pasado. Somos nosotros los que debemos agradecer al mundo, al África, lo que han hecho por nosotros. Es satisfactorio saber y poder proclamar que hoy los mejores amigos de Cuba son los caribeños y los africanos, ¡los mejores amigos de Cuba! Son muchas las pruebas de amistad y solidaridad que nos han ofrecido”.

Fragmentos del discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto de masa efectuado en Mandela Park, Kingston, Jamaica, el día 30 de julio de 1998.

Más tarde, el 4 de septiembre de ese mismo año, en el acto de imposición de la Orden de Buena Esperanza, efectuado en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, Fidel expresaba:

“En nombre de las raíces comunes y la historia que todavía hoy juntos seguimos construyendo; en nombre de todos aquellos hijos de este continente que fueron arrancados de su tierra, vendidos y encadenados, obligados a cruzar el océano y forzados a entregar su sudor y sus vidas en una isla lejana que pronto, sin embargo, fue una nueva patria para ellos; en nombre de las incontables legiones de africanos y descendientes de africanos que lucharon y murieron, ya como cubanos, por la independencia de Cuba; en nombre de las decenas de miles de cubanos que un día regresaron a África para poner su valor y su sangre al servicio de la libertad del continente; en nombre de los otros miles y miles que han brindado y están brindando hoy mismo a África todo su saber y su esfuerzo tesonero; en nombre de todo el pueblo cubano que aprendió a saldar con su solidaridad y su internacionalismo aquella deuda contraída con África  ; y únicamente, en nombre de todos ellos y de toda Cuba, recibo emocionado y agradecido, compañero Mandela, esta honrosa condecoración que usted y su gobierno han querido conferirme“.

 “Por ese futuro de esperanza, recordando una frase de aquel otro entrañable compañero de lucha Ernesto Che Guevara, que también hizo suyas las causas africanas y a ellas entregó una parte considerable de sus afanes revolucionarios, permítanme decirles:

¡Hermanos de Sudáfrica, hermanos de toda el África, hermanos de todos los pueblos pobres del mundo, seguiremos juntos a ustedes hasta la victoria siempre!”.

Fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el Acto de imposición de la Orden de Buena Esperanza, efectuado en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, el día 4 de septiembre de 1998.

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