A las puertas de la Feria Internacional del Libro de La Habana (9-19 de febrero), uno de los momentos culturales más esperados por el público cubano, sus organizadores anunciaron la presencia de expositores de 36 países y reiteraron que en esta ocasión se dedica al doctor Armando Hart y a Canadá como país Invitado de Honor.
En una breve conferencia de prensa en la Sala Manuel Galich de la Casa de las Américas, el presidente del Instituto Cubano del Libro (ICL), Juan Rodríguez, y su vicepresidente, Edel Morales, adelantaron algunos datos.
Por ejemplo, Rodríguez, también presidente de la Feria, anunció que serán puestos a disposición de los lectores, de La Habana y toda la isla, más de cuatro millones de ejemplares y se refirió a «700 novedades», pero insistió en mantener la incógnita de títulos y autores.
Dijo que dado que la Feria brindará como corresponde un homenaje especial al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, uno de los pensadores más importantes de esta época fallecido en noviembre pasado, se presentará en su totalidad la Colección 90 Aniversario, 30 libros del Comandante en Jefe preparados por 15 editoriales cubanas.
Precisó que, en conjunto con el Consejo de Estado, se desarrollará (10 y 11 de febrero) un Coloquio sobre el pensamiento político de Fidel en el que participaran intelectuales, historiadores y hombres que combatieron junto a él.
Morales, por su parte, expresó que la Feria contará con una importante presencia internacional y nuevamente será espacio de diálogo para contribuir a la diversidad cultural del mundo contemporáneo.
En ese sentido habló de unos 300 invitados de 36 países, la presencia de 162 autores, entre ellos de Irlanda, Brasil, Australia, Argentina, México, Venezuela, Ecuador, España, Francia y 86 editoriales extranjeras, como Planeta, Random House, Fondo de Cultura Económico, de «los principales directivos en el campo del libro de China, Rusia y Estados Unidos».
Subrayó Morales que «la Feria es esencialmente de editoriales, autores y lectores cubanos», y por ello, además de 58 editoriales del patio, entre ellas 22 territoriales, los autores nacionales que abordan todos los géneros de ficción y pensamiento serán los protagonistas del día a día del evento.
Como es usual, además de las presentaciones y ventas de libros, se organiza un programa profesional y literario para editores, escritores, académicos, traductores y diseñadores, un intenso Programa Literario y la entrega de los premios nacionales de Literatura, de la Crítica, de Ciencias Sociales, Edición y Diseño, el Alejo Carpentier, el Nicolás Guillén y el Julio Cortázar.
Otra de las novedades adelantadas es que se darán a conocer los libros más vendidos y leídos en el país. El número uno de la relación lo alcanzó Raúl Castro: un Hombre en Revolución del ruso Nicolai Leonov, publicado por la editorial Capitán San Luis.
La investigadora Eloisa Carrera leyó en la rueda de prensa un breve texto firmado por el doctor Armando Hart en el cual agradece ser invitado especial a la Feria, donde habrá un coloquio sobre su vida y obra y se hará el lanzamiento por cinco editoriales cubanas de una colección de libros que recogen la papelería de Hart desde 1952 a 2016, bajo el título general Cuba, una cultura de la liberación.
Hart, quien fuera ministro de Educación (1959-1965) y de Cultura (1976-1997) es actualmente presidente de la Oficina del Programa Martiano y la Sociedad Cultural José Martí y ha publicado más de dos decenas de títulos, entre los que pueden citarse: Cambiar las reglas del juego, 1985; Cultura en Revolución, 1990 y Cultura para el desarrollo. El desafío del siglo XXI, 2000.
Por su parte, el embajador de Canadá en Cuba, Patrick Parisat, expresó el agradecimiento y el honor con que su país acogió la invitación a la Feria, que fortalece —aseguró— «nuestra relación cultural ininterrumpida por 70 años», y significó que no hay para él mejor momento para empezar las celebraciones por el aniversario 150 de Canadá como Confederación.
El diplomático divulgó que las editoriales cubanas han impreso miles de ejemplares de autores canadienses en español, lo que da acceso al lector a mucha literatura actual de su país.
Para la Feria —añadió— vendrán unos 30 autores canadienses, entre ellos Margaret Atwood, sin dudas la más prominente escritora canadiense de la actualidad y 18 casas editoras.
Atwood, la gran dama de las letras canadienses, vino a Cuba por primera vez en 1984 a presentar la antología «Desde el invierno», selección y prólogo de la escritora y el poeta Graeme Gibson, quien volverá en esta ocasión, y regresó para la Feria de 2010 para el lanzamiento del libro El quetzal resplandeciente y otros relato (Editorial Arte y Literatura).
En aquella oportunidad dijo a esta publicación: “es una recopilación que preparé sólo para Cuba. Lo hice como quien prepara una caja de bombones poniendo en ella pequeñas piezas diferentes…Hay textos de ciencia-ficción, cuentos breves, monólogos, poesía, un espectro que abarca de 1977 a 2006”.
La Feria Internacional del Libro de La Habana tiene nuevamente, y desde el 2000, su principal sede en la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, sitio espléndido edificado en el siglo XVIII, integrante del complejo arquitectónico de la capital cubana reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Esta fiesta anual en La Habana seguramente propiciará diálogos y discusiones sobre el libro y su futuro en la era digital y las nuevas tecnologías.
Pero tiene razón Umberto Eco, las tecnologías no son responsables de una apreciable desafección por la lectura, pues el texto es elemento predominante en cualquier página web. «No debemos inquietarnos pues Internet nos obligó a regresar a la era del alfabeto, cuando ya creíamos haber entrado definitivamente en la civilización de la imagen. La pantalla nos trajo nuevamente a la galaxia de Gutemberg».
Antes, Jorge Luis Borges había razonado sobre la significación del libro frente a las tecnologías de su época: «De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda alguna, el libro. Los demás son extensiones del cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria».