A solo horas de conmemorar el Día de África, evoquemos al Apóstol José Martí cuando dijo del continente africano: Tal parece que alumbra a aquellos hombres de África un sol negro! Su sangre es un incendio, su pasión, mordida; llamas sus ojos; y todo en su naturaleza tiene la energía de sus venenos y la potencia perdurable de sus bálsamos”. Y así descrita es también Tanzania, con sus mujeres y hombres de disttintas etnias y grupos, con sus masais, vistiendo en las calles sus atuendos y usando sus armas, en señal de respeto a sus tradiciones, con sus niños, inundando las calles, con sus libretas y lapices, en la escuela del mañana, como quería Lumumba para que la historia que se enseñe no sea la de Bruselas ni Washington, sino la de los emancipados del colonialismo y sus títeres.