Mar
24
2017
Colonia, Uruguay, 23 mar (PL) Con la participación de nueve jóvenes cubanos, el vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic, inauguró hoy el segundo diplomado internacional en el área de la producción láctea en la Escuela Superior de Lechería, departamento de Colonia.
Esta es la segunda ocasión en que personal de Cuba participa en estos cursos de cuatro meses -la primera experiencia fue en 2015- como parte de la política de cooperación entre los dos países, la cual contribuye a la capacitación y formación de técnicos de la isla en producción lechera e industrias lácteas.
Sendic recordó al intervenir en el acto, los años que vivió en la mayor de las Antillas en la década de los 80 y el 'esfuerzo enorme' de sus autoridades por garantizar el alimento a la población, a pesar del bloqueo económico estadounidense.
'Fuimos testigos privilegiados de haber vivido eso' y de ver también como la cifra de mortalidad infantil de Cuba, señaló, 'ha sido la envidia positiva' de los demás países de la región en todos estos años.
Recordó el rol desempeñado por la isla caribeña cuando acogió a cientos de luchadores por la democracia de toda la región, que escaparon de las dictaduras, y subrayó que el continente sería 'muy diferente' si no hubiera existido Cuba y su Revolución.
El vicegobernante uruguayo señaló, ante una pregunta de Prensa Latina, que este segundo curso es una muestra de lo cercano que están nuestros países, a pesar de la distancia geográfica.
Remarcó que la formación de este grupo de estudiantes cubanos en su país es una pequeña forma de devolver 'la enorme deuda que Uruguay tiene con Cuba en todos estos años'.
A lo largo de la historia de la Revolución cubana y de nuestras luchas, hemos estado muy cerca de la isla y a partir del triunfo del Frente Amplio se restablecieron y profundizaron las relaciones en áreas importantísimas de cooperación como la ganadería, la producción industrial, la medicina, ortoprótesis y el comercio.
En el acto, que contó con la presencia de la embajadora cubana en Montevideo, Mercedes Sotolongo, entre otras autoridades, la viceministra de Educación y Cultura, Edith Moraes expresó que la solidaridad tiene dos puntas y esta 'se cultiva'.
Destacó que esta solidaridad contribuye a la hermandad de los pueblos, la cual no basta con la aspiración y el deseo, que se hace y deshace, y por eso llamó a 'cuidarla y cultivarla'.
Sotolongo, por su parte, agradeció profundamente a todas las autoridades vinculadas al proyecto de los becarios cubanos y recordó que surgió de una iniciativa conjunta entre los dirigentes de Cuba y Uruguay.
Todo lo que está ocurriendo hoy, dijo la diplomática, se debe a la 'gran voluntad' entre los gobiernos y pueblos de ambos países.
En representación de la Central Única de Trabajadores PIT-CNT, Daniel Diverio manifestó la 'enorme alegría' de acoger en su país al grupo de jóvenes cubanos y en nombre del Sindicato de la Construcción entregó a cada uno un set de útiles escolares.
La solidaridad es fundamental seguirla profundizando, afirmó, y recordó como el pueblo cubano esparció solidaridad por África, Haití y en Uruguay permitió que miles de personas recuperaran la visión a través de la Operación Milagro.
Sendic recordó al intervenir en el acto, los años que vivió en la mayor de las Antillas en la década de los 80 y el 'esfuerzo enorme' de sus autoridades por garantizar el alimento a la población, a pesar del bloqueo económico estadounidense.
'Fuimos testigos privilegiados de haber vivido eso' y de ver también como la cifra de mortalidad infantil de Cuba, señaló, 'ha sido la envidia positiva' de los demás países de la región en todos estos años.
Recordó el rol desempeñado por la isla caribeña cuando acogió a cientos de luchadores por la democracia de toda la región, que escaparon de las dictaduras, y subrayó que el continente sería 'muy diferente' si no hubiera existido Cuba y su Revolución.
El vicegobernante uruguayo señaló, ante una pregunta de Prensa Latina, que este segundo curso es una muestra de lo cercano que están nuestros países, a pesar de la distancia geográfica.
Remarcó que la formación de este grupo de estudiantes cubanos en su país es una pequeña forma de devolver 'la enorme deuda que Uruguay tiene con Cuba en todos estos años'.
A lo largo de la historia de la Revolución cubana y de nuestras luchas, hemos estado muy cerca de la isla y a partir del triunfo del Frente Amplio se restablecieron y profundizaron las relaciones en áreas importantísimas de cooperación como la ganadería, la producción industrial, la medicina, ortoprótesis y el comercio.
En el acto, que contó con la presencia de la embajadora cubana en Montevideo, Mercedes Sotolongo, entre otras autoridades, la viceministra de Educación y Cultura, Edith Moraes expresó que la solidaridad tiene dos puntas y esta 'se cultiva'.
Destacó que esta solidaridad contribuye a la hermandad de los pueblos, la cual no basta con la aspiración y el deseo, que se hace y deshace, y por eso llamó a 'cuidarla y cultivarla'.
Sotolongo, por su parte, agradeció profundamente a todas las autoridades vinculadas al proyecto de los becarios cubanos y recordó que surgió de una iniciativa conjunta entre los dirigentes de Cuba y Uruguay.
Todo lo que está ocurriendo hoy, dijo la diplomática, se debe a la 'gran voluntad' entre los gobiernos y pueblos de ambos países.
En representación de la Central Única de Trabajadores PIT-CNT, Daniel Diverio manifestó la 'enorme alegría' de acoger en su país al grupo de jóvenes cubanos y en nombre del Sindicato de la Construcción entregó a cada uno un set de útiles escolares.
La solidaridad es fundamental seguirla profundizando, afirmó, y recordó como el pueblo cubano esparció solidaridad por África, Haití y en Uruguay permitió que miles de personas recuperaran la visión a través de la Operación Milagro.
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