Intervención de Cuba durante el debate general en el marco del 27 periodo de sesiones de la comisión de prevención del delito y justicia penal (CCPCJ)

Excelencias,

Distinguidos Delegados, Excelentísimo Embajador Lotfi Bouchaara, lo felicito por su elección al frente del vigésimo séptimo periodo de sesiones de la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal; felicitación que hago
extensiva a los restantes miembros de la Mesa.

La delegación de Cuba se asocia plenamente a las declaraciones formuladas por los distinguidos representantes de Ecuador y Bolivia, en nombre del Grupo de los 77 más China, y el Grupo de Estados de América Latina y el Caribe, respectivamente.

Señor Presidente,

A las puertas del Decimocuarto Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal, en 2020, a los Estados Miembros nos urge implementar con mayor celeridad los compromisos contraídos tras la adopción de la Declaración de Doha, en 2015; encaminados a promover una cultura de legalidad, combatir la delincuencia, la violencia, la corrupción y el terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones.

Celebramos la realización de estos Congresos, en tanto son marcos que han facilitado el intercambio de información y de buenas prácticas entre los Estados y los expertos vinculados a esta esfera; y por su impacto en la prevención del delito y la justicia penal a nivel internacional.

Debemos también destacar el empeño de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, como centro de las discusiones en materia de prevención y lucha contra la delincuencia organizada transnacional, bajo los mandatos dados por los Estados Miembros.

Señor Presidente,

Estamos convencidos de que la cooperación internacional es un elemento decisivo para enfrentar las formas más usuales del Crimen Organizado Transnacional, incluidas sus formas emergentes.

Es por ello que apoyamos el establecimiento de un mecanismo de examen para la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sus tres Protocolos; el cual continúa siendo negociado por los Estados Miembros, bajo los principios de que debe ser un mecanismo transparente, no invasivo, inclusivo, imparcial, de carácter intergubernamental y financiado, mayormente, con cargo al presupuesto regular.

Señor Presidente,

La delincuencia está en continua evolución y adaptación. Mientras que el crimen organizado, el tráfico ilícito de drogas y el terrorismo han sido las fuentes principales de preocupación en las últimas décadas, otras formas de delincuencia están ahora en un lugar más destacado.

Es por ello que mi Delegación apoya situar como tema central de las deliberaciones de este periodo de sesiones, la creciente incidencia de los delitos cibernéticos. Es necesario adoptar un instrumento internacional jurídicamente vinculante, en el marco de las Naciones Unidas, que permita dar respuesta efectiva a los significativos vacíos legales que hoy se aprecian en el contexto de estos delitos; y atender de manera efectiva y sobre la base de la
cooperación, los crecientes retos y amenazas que enfrentamos.

Señor Presidente,

Cuba rechaza todo acto de terrorismo y condena la seria amenaza que estos representan para la paz mundial. Jamás el territorio cubano se ha utilizado ni se utilizará, para organizar, financiar o ejecutar actos terroristas contra ningún país.

Estamos plenamente comprometidos con la prevención y el combate al tráfico de migrantes, y favorecemos la emigración legal, ordenada y segura; con el objetivo que los migrantes reciban un trato digno y una atención con pleno respeto a sus derechos humanos. La trata de personas, en cualquiera de sus modalidades y el abuso sexual, constituyen también un tema de máxima prioridad para el Gobierno cubano.

Igualmente, destaco nuestro rechazo al establecimiento de sanciones unilaterales, o el establecimiento de categorizaciones por países, que limitan la cooperación internacional en materia de lucha contra el delito transnacional, la corrupción y el terrorismo. Este tipo de práctica son contrarias al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.

Señor Presidente,
Ante la amenaza de estos delitos se impone para la comunidad internacional, asumir respuestas más urgentes y definitorias. El enfrentamiento al delito no garantiza por sí solo su erradicación, debe ir aparejado de una permanente lucha por el establecimiento de un orden internacional más justo, democrático y equitativo; y así estaremos cumpliendo también con los compromisos intergubernamentales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, a fin de construir y disponer de ciudades más pacíficas y prósperas.

Muchas gracias.

(Embacuba Austria / Cubaminrex)

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