Sobre e Informe de actualización en relación con el papel del PMA en el marco de la acción humanitaria colectiva.
Roma, 1 de julio de 2020
Gracias Sr. Presidente:
Agradecemos el informe y reconocemos la labor del PMA en los contextos difíciles en los que a veces solo el personal del PMA llega para prestar su asistencia humanitaria.
Cuba entiende a cabalidad el valor de este empeño del PMA, pues desde hace décadas en el ámbito de la salud pública, más de 400 mil médicos, técnicos de salud y enfermeros cubanos han brindado ayuda de emergencia en decenas de países de todos los continentes, en situaciones conflictivas, desastres naturales o epidemias, como lo hacemos actualmente en el enfrentamiento a la COVID19. Sabemos bien el reto de llegar a lugares donde no muchos se arriesgan.
Cuba brinda y seguirá brindando apoyo de carácter humanitario en estrecha coordinación con las autoridades de los países concernidos. Apreciamos que en algunos escenarios esa cooperación se ha articulado positivamente con la de organismos y programas del sistema de Naciones Unidas. Fomentar la cooperación en el ámbito humanitario es una prioridad para mi país.
Consideramos importante que el PMA continúe perfeccionando la acción humanitaria de conjunto con otros fondos y programas, en particular con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otras partes interesadas, para evitar la práctica de hacer padecer hambre como método de guerra.
Recordamos la Declaración de Roma de 1996: “Los alimentos no deberían utilizarse como instrumento de presión política y económica. Reafirmamos la importancia de la cooperación y la solidaridad internacionales, así como la necesidad de abstenerse de aplicar medidas unilaterales que no estén en consonancia con el derecho internacional y con la Carta de las Naciones Unidas y pongan en peligro la seguridad alimentaria.”[1]
Usar los alimentos como recurso de presión política o en función de intereses hegemónicos es práctica contraria al derecho internacional y al derecho a la alimentación.
Es obligación de los Estados miembros y de la ONU velar porque la asistencia humanitaria sea provista de acuerdo con los principios de humanidad, neutralidad e imparcialidad, respetando los instrumentos jurídicos intergubernamentales, en especial los de la Asamblea General de la ONU.
Cuba reconoce la plena vigencia de los principios rectores de la asistencia humanitaria refrendados en la resolución 46/182 de la Asamblea General. En su actuar en el terreno, de conjunto con otros organismos del sistema de Naciones Unidas, el PMA debe continuar siendo promotor del cumplimiento de los principios y los propósitos de las misiones, para enfrentar con integridad los retos que imponen las emergencias humanitarias.
Recomendamos revisar algunos conceptos como el de Estados frágiles. En realidad, la fragilidad en la mayoría de las ocasiones es causada por factores externos, que hacen vulnerables a las personas, a los contextossocio-económicos y a losecosistemas.
No se lograrán avances tangibles si no se eliminan las causas raigales que están detrás de esas situaciones, particularmente el subdesarrollo, la pobreza, el injusto e insostenible orden económico internacional, las desigualdades en la distribución de la riqueza y la marginación forzosa de millones de personas.Del mismo modo deberían suprimirse, en tanto actos de lesa humanidad, las medidas de represión y bloqueos económicos, comerciales y financieros contra otros Estados, que también provocan dificultades alimentarias,debido a diferencias políticas o apetencias hegemónicas que desconocen la soberanía de los Estados.
El PMA debe continuar fortaleciendo los programas de cooperación internacional y transferencia de recursos, tecnologías y conocimientos hacia los países en desarrollo, en aras de consolidar sus capacidades nacionales frente a las emergencias humanitarias.
Vemos con agrado que el PMA estévigorizando el nexo al nexo entre acción humanitaria, asistencia para el desarrollo y consolidación de la paz, reconociendo la estrecha interdependencia de la paz y el desarrollo.
Consideramos de importancia estratégica que el PMA continúe robusteciendo la capacitación en preparación, alerta y acción tempranas ante los desastres. Sería recomendable recoger en un documento las experiencias positivas de las labores del PMA en el terreno en este ámbito. Recordamos que ante la epidemia del Ébola el PMA desarrolló muy buen trabajo.
Debemos multiplicar las buenas prácticas.
Muchas gracias.
[1]Declaración de Roma sobre Seguridad Alimentaria Mundial. Preámbulo. Adoptada en la Cumbre Mundial de la Alimentación. 13 – 17 de noviembre de 1996. Roma.