Roma, 13 de noviembre de 2018
Buenos días a todos.
Como Embajador de la República de Cuba ante la República Italiana me es grato poder saludarlos en el marco de este encuentro de presentación del conglomerado empresarial científico-productivo BioCubaFarma. El propósito concede en sí mismo valía a esta convocatoria. La respuesta interesada y la participación de tantos y tan cualificados representantes de la comunidad científica, académica y empresarial italiana vinculada a la biotecnología y a la industria farmacéutica subrayan, asimismo, el acierto de haber emprendido, meses atrás, este empeño.
Quisiera agradecer, ante todo, al Ministerio italiano de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Internacional (MAECI); a la Agencia Nacional para las Nuevas Tecnologías, la Energía y el Desarrollo Económico Sostenible (ENEA); a la Agencia para la Promoción en el Exterior y la Internacionalización de las Empresas Italianas (ICE Trade Agency); y a todas las entidades, directivos y personas que han apoyado esta visita y este encuentro, sea por convicciones en cuanto al beneficio bilateral, sea por expectativa o por sentido elemental de responsabilidad… a todos, muchas gracias.
Cuba cuenta con una sociedad alfabetizada desde 1961. La instrucción y la formación general, gratuita y universal de todos los ciudadanos ha sido prioridad del Estado cubano en los últimos sesenta años. Así sigue y seguirá siendo. Es cardinal para el desarrollo al que aspiramos.
Ha sido esa la base del significativo desarrollo científico que en diversos campos hemos alcanzado a lo largo de estas décadas y sobre todo del sólido potencial científico – productivo que hoy Cuba aflora en bien de su avance económico y social, y también como aporte valioso a la colaboración internacional, en provecho no solo propio.
El desarrollo alcanzado en este sector no ha estado exento de los perjuicios ocasionados por el recrudecimiento del bloqueo estadounidense contra Cuba, que afecta a todos los sectores de nuestra economía y sociedad. Sin embargo, esa política hostil no ha podido impedir, ni podrá detener el continuo desarrollo de las capacidades científico-tecnológicas cubanas. Se los puedo asegurar.
Estimados, el futuro del mundo debe ser necesariamente un porvenir de colaboración y paz, o no será muy largo. Y en esta nave vamos todos y a todos nos debe interesar.
El conglomerado empresarial BioCubaFarma es un ejemplo concreto del progreso científico cubano. Está integrado tanto centros de investigación biotecnológica y alta tecnología, como otros de producción industrial de medicamentos, equipos y dispositivos médicos para la prevención y el tratamiento de enfermedades que afectan la salud humana y veterinaria, así como su comercialización. Fue creado en diciembre de 2012, por Decreto del Consejo de Ministros y está integrado por 34 empresas con años de experiencia, que en total poseen 61 facilidades productivas, con más de 700 medicamentos registrados, más de 20 mil trabajadores y ha logrado exportar sus productos a 53 países. Actualmente desarrolla 393 proyectos de investigación, de los cuales 101 son biotecnológicos.
Durante la presentación general y luego como parte de los intercambios directos que se sostengan, tendrán ustedes la oportunidad de indagar o verificar con mayor detalle el potencial que entraña y la oportunidad que se abre a partir de este momento, en modalidad 360 grados, desde la investigación, el desarrollo aplicado de la misma, la producción y la comercialización de productos o servicios. La renovación tecnológica y la creación de cadenas de valores incrementados, sean solo ítalo-cubanas o incluso con otras participaciones, también pueden ser consideradas.
En estos campos de la ciencia, seguramente tanto en Italia como en Cuba hay excelencias. Precisar las complementariedades recíprocas será clave, para que de la palabra de estos días se deriven con celeridad los resultados buscados. Comprendemos que no serán suficientes estas horas. Para aquellos que entiendan la internacionalización como un camino de crecimiento y sepan apreciar el valor de la contraparte y lo hasta ahora alcanzado por Cuba en el campo biotecnológico y farmacéutico, en gran medida con esfuerzo propio e incluso en condiciones adversas, tendrán las puertas abiertas para visitar las empresas que así entiendan de interés.
En adición, me permito subrayar una arista y sugerirles que no se limiten, ninguna de las partes, a lo ya instalado por la contraparte como capacidad, que no queden las visiones en lo ya erigido. Valdría igualmente sopesar lo que puede crearse de manera mancomunada, en bien y provecho de las dos partes. Pudiera ser un camino estratégico. Cuba está dispuesta a emprenderlo y no se siente a menos para hacerlo. Sería deseable que el sector biotecnológico y farmacéutico italiano así también lo asuma.
Sostenemos la filosofía de que cuanto hagamos en ciencia y tecnología, debe servir al desarrollo humano y de la sociedad toda. Pensamos que Italia y Cuba tienen condiciones para establecer alianzas investigativas y productivas que tributen favorablemente a ello, en primer término para nuestras propias naciones, pero también para otras.
Apreciables son los intereses, la colaboración y los negocios que entre diversas instituciones y empresas italianas y cubanas se han venido entrelazando en años precedentes en los ámbitos que nos ocupan en este encuentro. Que no se pierda la oportunidad de logar más. Donde unos no hagan, podrán hacer otros. Los tiempos que corren aconsejan no quedarse estancados o atrapados en vacilaciones. Debemos colocar brújula clara y avanzar.
Hoy Cuba afronta el desafío de dar continuidad a la obra de edificación de una sociedad socialista cada vez más justa, democrática, próspera y sustentable, para el bien de todos sus ciudadanos. Y para ello hemos emprendido un intenso proceso de renovación en diferentes planos, entre ellos la reforma constitucional en curso. Debemos atender con cuidado las circunstancias propias, regionales e internacionales del presente y los desafíos de mediano y largo plazo que se vislumbran, ante lo cual se debe obrar con ponderación y máxima responsabilidad.
El país cuenta con una estabilidad y una probada capacidad de gobernabilidad, benefactoras ambas para el emprendimiento que nos estamos trazando a partir de lineamientos estratégicos hasta el año 2030 y más allá. Les puedo asegurar que estamos decididos a avanzar.
Permítanme, antes de concluir, hacer patente la plena disposición de la Embajada cubana en Roma, para atender y viabilizar, en los márgenes de nuestras posibilidades y funciones, todo aquello que sea necesario como consecuencia de los intercambios que estamos engendrando.
Contamos en la Embajada con una oficina para atender los asuntos científicos-técnicos y también los intercambios académicos. La misma se complementa, donde se creen negocios, con la oficina económico – comercial. Estamos convencidos de que estos sectores tiene potencialidades inagotables para convertirse en un pilar sustancial de los vínculos entre Cuba e Italia. Por ello le brindamos la máxima prioridad.
Por último, agradezco la presencia aquí de la competente delegación de BioCubaFarma, encabezada por su Vicepresidente Mayda Maury Pérez; por el destacado científico y asesor del Presidente de BioCubaFarma, Agustín Lage; y por la Ing. Niurka Carlos Pías, Directora del Centro de Inmuno Ensayo, una de las empresas de BioCubaFarma.
Esperamos que nadie se sienta defraudado.
Muchas gracias a todos.