Intervención del Embajador Pablo Berti Oliva durante el Homenaje al Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, en Viena.
Queridos amigos:
Quisiera agradecerles por este hermoso homenaje al Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.
Hace siete años la noche se detuvo en Cuba ante la noticia del deceso del Comandante en Jefe. El dolor y la tristeza se adueñaron del pueblo cubano y de millones de personas alrededor del planeta que, profundamente conmovidas por su irreparable pérdida física, mostraron incontables muestras de afecto y respeto a Fidel, sus ideas y su obra.
Fidel Castro no fue sólo un referente para Cuba, sino también para todos los pueblos y para todas aquellas luchas en defensa de la soberanía, la autodeterminación y la independencia de los pueblos.
Como se reconocía al momento de su desaparición física, Fidel fue un hombre que tuvo el raro privilegio de ver sus sueños volverse realidad.
Soñó una Revolución y tuvo un Moncada, un Granma, un primero de enero.
Soñó tierras para los campesinos y firmó la ley de Reforma Agraria.
Soñó que habría educación para todos y se multiplicaron los adolescentes, casi niños, alfabetizadores por todo el país.
Soñó vencer al imperialismo y fueron derrotados los mercenarios en Playa Girón.
Soñó sobrevivir con su pueblo y seguimos aquí después del bloqueo y del derrumbe soviético.
Soñó el regreso de los Cinco y, como prometió, volvieron.
Fidel nunca dejó de soñar.
Soñó que, después de su muerte, su pueblo seguiría unido y defendiendo la Revolución, y aquí está el pueblo cubano resistiendo los embates del bloqueo reforzado y trabajando para construir un socialismo próspero y sostenible.
Estimados amigos:
Fidel nos dejó claros los valores y ejemplos de conducta y sabemos cuál es el camino y cada quien sabe cómo debemos honrarlo, es un deber asumir su ausencia, aceptar la realidad y trabajar a partir de ella.
Quienes digan que Fidel se fue para siempre cometen un grave error histórico.
Fidel vive y vivirá en su pueblo y en cada uno de ustedes que apoyan a Cuba. Fidel iluminará el camino de nuestra Revolución, una Revolución que será cada día mejor, más justa y más humana, más internacionalista y más proletaria.
Cada hombre, niño, mujer; cada humano cargado de vergüenza, decoro y esperanza, va a recordar por siempre a Fidel.
Créanme, no hay mejor placer que terminar diciéndoles que Cuba es y será un pueblo de ¡Patria o Muerte!, y que con Fidel estaremos ¡Hasta la Victoria Siempre!
(EmbaCubaAustria)