Señor Presidente de la Conferencia,
Sr. José Graciano Da Silva, Director General De la FAO,
Distinguidos delegados:
En nombre del pueblo y el Gobierno cubano, de los productores, cooperativistas, campesinos; de la delegación cubana y en el mío propio, trasmito el más cordial saludo a esta 41 Conferencia de la FAO.
Consideramos de vital importancia para el logro de la Agenda 2030 abordar las temáticas asociadas al desarrollo sostenible.
Cuba ha alcanzado resultados significativos a favor de la seguridad alimentaria para su población. Hace años alcanzamos el objetivo Hambre Cero, que hoy sigue siendo meta de muchas naciones. El Gobierno cubano continúa concediendo máxima prioridad al Derecho a la Alimentación para todos los ciudadanos del país; el cual está refrendado en la nueva Constitución cubana, aprobada por el 85.86% de los electores.
Los grandes programas encaminados a transformar integralmente la vida del campesinado y el fortalecimiento de la resiliencia de las poblaciones agrícolas comenzaron con el triunfo de la Revolución en 1959; con la promulgación de las Leyes de Reforma Agraria. Ello fue acompañado del desarrollo rural productivo, tecnológico, económico y científico, así como de programas sociales de cobertura en todo el territorio nacional.
El gobierno cubano fortalece la seguridad alimentaria mediante amplias políticas públicas, entre ellas la de garantizar los productos alimenticios básicos a precios subsidiados para la totalidad de la población.
Pero todo ello lo tenemos que hacer en circunstancias difíciles.
Entre los obstáculos que enfrentamos está el impacto negativo de la descapitalización del sector agrícola durante la década del 90, resultado de la conjugación coyuntural adversa en la que por un lado se registra la desarticulación del 86 % de las relaciones económico-comerciales que mi país tenía con los países ex socialistas de Europa; y por otro lado, el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra el pueblo de Cuba desde hace seis décadas. Baste señalar que, desde abril de 2017 hasta marzo de 2018, los daños ocasionados al sector agroalimentario por este bloqueo que hoy se refuerza suman 413 millones 793 mil 100 dólares.
Los ingresos dejados de obtener a causa de este cerco económico hubieran servido para la reinversión y la creación de infraestructuras más sólidas en el sector agroalimentario.
Adicionalmente, Cuba se ve afectada por el cambio climático, sobre todo por ser un pequeño estado insular. Ello nos ha obligado a poner en práctica un ambicioso Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, que prevé múltiples acciones para garantizar la seguridad alimentaria.
Estimados delegados:
El desarrollo agrícola es piedra angular para el presente y el futuro del país. Especial atención otorgamos a los programas para incentivar el desarrollo rural, mejorando las condiciones sociales, educacionales y culturales con equidad de género, generando oportunidades para los jóvenes en las zonas rurales y propiciando incentivos económicos para los que trabajan la tierra. Ello es clave también para enfrentar el desafío de las migraciones de zonas rurales a zonas urbanas.
Por otro lado, seguimos impulsando el programa de agricultura urbana, suburbana y familiar, así como los de autoabastecimiento municipal. Todo ello forma parte del alto compromiso de alcanzar un modelo de desarrollo socialista próspero y sostenible.
Trabajamos con el objetivo de lograr una agricultura más organizada, eficiente y productiva, alcanzando mayor participación en el crecimiento del producto interno bruto y la reducción en los gastos de importación de alimentos.
Delegados:
El Sistema de las Naciones Unidas tiene una responsabilidad esencial con los países del Sur.
Agradecemos y recabamos un mayor acompañamiento de la FAO y de la cooperación internacional para mejorar la capacidad científica y técnica, y para contar de manera regular con los recursos adicionales provenientes de la asistencia oficial al desarrollo, que nos ayude a seguir elevando, de manera significativa y sostenible, nuestra seguridad alimentaria.
Para alcanzar un mundo libre del flagelo del hambre, para que la FAO pueda implementar su Programa en el terreno en línea con la Agenda de Desarrollo Sostenible es indispensable el incremento de su presupuesto y el manejo eficiente del mismo, en función de prioridades y claras estrategias.
Faltan sólo 11 años para el 2030. Aún el hambre y la pobreza afectan a 821 millones de personas, como resultado de la combinación de varios factores. Es una cruda realidad que debe enfrentarse de manera decidida y efectiva.
Antes de concluir, permítanme felicitar al Director General saliente de la FAO José Graciano Da Silva por su labor a favor del desarrollo agrícola, de la seguridad alimentaria y la nutrición. Durante su mandato se fortaleció el trabajo en el terreno y la descentralización ha propiciado mejor intercambio con los gobiernos.
Deseo también expresar al nuevo Director General, Qu Dongyu, elegido en esta Conferencia, las felicitaciones del pueblo y gobierno cubano y los mejores éxitos en el ejercicio de su nueva alta responsabilidad. Tenga certeza de que podrá contar con la mayor voluntad y toda la cooperación posible de Cuba.
Estimados colegas:
La época que nos ha tocado vivir es difícil, signada por las crisis económicas, energéticas, ambiental, alimentaria y de valores. Ante estas realidades, no podemos cruzarnos de brazos, sino trabajar para lograr un mundo más justo, donde el ser humano pueda vivir con decoro el tiempo corto que nos está dado en esta tierra.
Muchas Gracias
Gustavo Rodríguez Rollero
Ministro de la Agricultura de Cuba
41 Conferencia de la FAO
24 de junio de 2019