8 de diciembre de 2016.
Co. Esteban Lazo Hernández, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular
Co. Bruno Rodríguez Parilla, Ministro de Relaciones Exteriores
Roberto Morales Ojeda, Ministro de Salud Pública
José Ramón Balaguer Cabrera, Jefe del Dpto. de Relaciones Internacionales del Comité Central del PCC
Ena Elsa Velázquez Cobiella, Ministra de Educación
Excma. Sra. June Soomer, Secretaria General de la Asociación de Estados del Caribe.
Excelentísimos Señores Embajadores de las hermanas naciones del Caribe
Demás integrantes del cuerpo diplomático.
Distinguidos participantes en la X Conferencia Internacional de Estudios Caribeños de la Cátedra del Caribe de la Universidad de La Habana,
Compañeras y compañeros:
Hace solo unos días fuimos sorprendidos por la estremecedora noticia de la pérdida física del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Desde ese mismo instante, nuestro pueblo ha recibido innumerables muestras de dolor, acompañamiento y solidaridad provenientes de todas las regiones del mundo.
El Caribe siempre distinguió el ejemplo de Fidel más allá de sus fronteras y lo admiró como incansable luchador contra el colonialismo y el neocolonialismo.
El Caribe vio también en Fidel a un defensor sin límites de la soberanía, la justicia social, la igualdad, la solidaridad y los derechos de los pueblos del Tercer Mundo.
El pasado 29 de noviembre, el Primer Ministro de la Mancomunidad de Dominica Roosevelt Skerrit, desde su condición de Presidente Pro Témpore de CARICOM, significaba que Fidel ha sido el único ciudadano no proveniente de un país miembro que ostenta la Orden de la Comunidad del Caribe, indudable reconocimiento a la singularidad de su compromiso con esta parte de Nuestra América.
Su convicción martiana de que “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”, no puede impedir que reconozcamos su valioso y trascendental aporte y tomemos su obra como guía y arma ante los desafíos que como pequeñas naciones enfrentamos.
Fidel nos alertó sobre los desafíos, cada vez más dramáticos, que atentan contra nuestra propia supervivencia. Nos alertó también, sobre las amenazas de la globalización neoliberal y sobre el peligro de la existencia de nuestros países como naciones independientes.
Alertó sobre las acciones unilaterales y egoístas de algunos de los principales socios comerciales de las naciones caribeñas y denunció la deuda histórica con nuestro desarrollo y cómo las potencias industrializadas saquean nuestros recursos humanos.
Denunció el incesante crecimiento de la deuda externa inmoral y muchas veces pagada y nos consideró víctimas del sistema de comercio internacional, plagado de barreras, y del cierre de nuestros mercados.
Fidel denunció el incesante deterioro de los términos de intercambio y el aumento de las limitaciones en el acceso a los financiamientos de nuestras naciones por ser catalogadas como países de renta media a partir de sus ingresos per cápita, y alertó sobre el serio peligro que representa la creciente marginalización de nuestras pequeñas economías en el nuevo orden global y de la existencia de una economía artificial de especulación financiera.
Fidel no solo luchó incansablemente contra todas esas agresiones contra nuestros pueblos, sino que trazó el camino que debíamos y debemos emprender, al afirmar durante la celebración de la Segunda Cumbre CARICOM-Cuba, en Bridgetown, Barbados, el 8 de diciembre de 2005.
“A la globalización neoliberal y egoísta, al antidemocrático orden político y económico internacional, debemos responder con la unidad y la globalización de la solidaridad, y la promoción del diálogo, la integración y la cooperación genuina”.
Compañeras y Compañeros. Hermanos caribeños:
Un día como hoy, pero en 1972, los líderes caribeños Errol Barrow de Barbados, Forbes Burnham de Guyana, Michael Manley de Jamaica, y Eric Williams de Trinidad y Tobago, tomaban la valiente decisión de establecer relaciones diplomáticas con Cuba, hecho que, como expresó Fidel: “por su significado y trascendencia, los cubanos no olvidaremos”.
Esa decisión quebrantó el intento de aislamiento político al que Estados Unidos pretendía someter a nuestro país y emprendió el largo camino de la cooperación y la integración que ha guiado la estrecha y fructífera relación entre Cuba y las hermanas naciones que conforman la Comunidad del Caribe.
El 8 de diciembre de 2002, treinta años más tarde, en el marco de la Primera Cumbre CARICOM-Cuba celebrada en La Habana, sería institucionalizada esta fecha como el “Día CARICOM-Cuba”.
Incontables han sido las muestras de gratitud histórica que hemos forjado entre nosotros. Cuba continúa recibiendo el invariable apoyo de CARICOM a su lucha por el levantamiento del injusto bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Estados Unidos de forma intacta. Llegue a ustedes la gratitud de nuestro pueblo.
Otra muestra de ejemplar solidaridad y hermandad entre nuestros pueblos, y que ha sido posible gracias a la voluntad política de los líderes y gobiernos caribeños, es la posibilidad de que colaboradores cubanos presten hoy su modesta ayuda en toda la comunidad caribeña, principalmente en la esfera de la salud y la educación, y que cientos de profesionales caribeños se hayan graduado en universidades cubanas, mientras muchos otros jóvenes se forman actualmente en nuestras aulas.
Especial apoyo debemos continuar brindando como hermanos caribeños a la recuperación, reconstrucción y desarrollo de la República de Haití, pionera de la independencia de nuestro continente americano y que recientemente ha sufrido incontables daños humanos y materiales, ahora tras el paso del Huracán Matthew. Como expresara el General de Ejército Raúl Castro durante la celebración de la V Cumbre CARICOM-Cuba, con ese “heroico y sufrido pueblo tenemos todos una deuda de gratitud”.
Hemos logrado desarrollar esquemas de cooperación mutuamente beneficios como la asistencia técnica para el aseguramiento de la infraestructura económica y social en algunos países de la región en las ramas energética, agropecuaria, biotecnológica y constructiva.
Como parte de los esfuerzos para continuar ampliando nuestros vínculos económico-comerciales, en la pasada edición de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2016) participaron cuatro ministros de Comercio y alrededor de 150 empresarios y hombres de negocios de 10 países miembros de CARICOM, incluyendo una representación de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO), lo cual evidencia el creciente interés que mostramos por identificar las potencialidades propias.
Hermanos caribeños:
En junio del año que finaliza, nuestro país acogió la celebración de la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe, la cual contó con la presencia de numerosos Jefes de Estado y/o de Gobierno de los países miembros de CARICOM, quienes manifestaron, durante el cónclave, su compromiso de trabajar de forma mancomunada en pos de mantener e impulsar el proceso de revitalización de la Asociación, demostrando la capacidad de nuestra región para dialogar y concertar posiciones comunes sobre los desafíos que enfrentamos.
Nos encontramos hoy, en un período prometedor para la AEC y contamos, por primera vez, con una mujer como su Secretaria General, la embajadora santalucense June Soomer.
El próximo año, celebraremos la V Reunión Ministerial en La Habana y la VI Cumbre CARICOM-Cuba, en Saint John´s, Antigua y Barbuda. En esos marcos será nuevamente ratificada la voluntad y decisión de continuar consolidando los vínculos políticos y de cooperación, al tiempo que seguiremos impulsando las relaciones económicas y comerciales que nos permitan enfrentar los nuevos desafíos y amenazas que se ciernen sobre nuestras economías, nuestros pueblos y sobre nuestra supervivencia.
Cuba reafirma la voluntad de continuar trabajando de forma permenante y perseverar para cumplir los compromisos contraídos en la Asociación y ratifica, una vez más, que nuestro compromiso con el Caribe es solidario, incondicional e irrenunciable.
Hermanos caribeños:
Agradezco una vez más las muestras de solidaridad con el pueblo cubano, manifestadas a través de la significativa presencia de Jefes de Estado y de Gobiernos, Cancilleres y otras personalidades de la región en los homenajes póstumos realizados por el fallecimiento del Comandante en Jefe, así como la firma de los libros de condolencias abiertos por este motivo en las sedes de las representaciones diplomáticas cubanas en el Caribe.
Deseo concluir mi intervención con las palabras de Fidel en la Reunión Especial de Jefes de Estado y de Gobierno del Cariforo, efectuada en la República Dominicana, el día 21 de agosto de 1998, las cuales tienen un valor imperecedero.
“La unidad es la única y verdadera fuerza con que cuenta el Caribe. Solo unidos podemos defendernos a nivel de región y extender esa unión a Centroamérica, Suramérica, África y los pueblos de otros continentes. La unidad caribeña es también el rechazo decidido a cualquier intento de dividirnos”.
Muchas gracias.