Bruselas, 23 y 24 de junio.-
Estimados participantes e invitados:
Mucho agradecemos la invitación a este I Foro Internacional por la Paz, espacio que actualmente asume gran relevancia y pertinencia y el cual, estamos seguros, contribuirá a articular acciones entre las fuerzas políticas de izquierda y los movimientos y organizaciones progresistas contra el flagelo de la guerra, cuyas consecuencias podrían ser imprevisibles e irremediables para la humanidad.
El actual escenario es especialmente complejo y peligroso, los ataques de EE.UU. e Israel contra la República Islámica de Irán, en franca violación del derecho Internacional y los propósitos y principios de la Carta de la ONU, colocan a la comunidad internacional al borde de una conflagración nuclear. Es por ello que urge la movilización internacional en defensa de la paz, del diálogo y la negociación, sin precondiciones ni presiones externas.
Cuba, fue de los primeros países en condenar el reciente ataque estadounidense contra la nación persa, permítanme en este foro reiterar el llamado a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a ejercer su responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales; a la movilización mundial para condenar la agresión e impedir continúe, y a actuar sin descanso para restaurar la Paz, con la urgencia y la determinación que exige el momento.
En este momento de tanta complejidad, se valida que solo el fin del genocidio sionista contra el pueblo palestino y una solución amplia, justa y duradera del conflicto podría llevar la paz a la región de Medio Oriente.
Los hechos demuestran que las políticas de dominación imperial y su doctrina expansionista y fascista, constituyen la principal amenaza a la paz y a la seguridad internacional.
Las acciones agresivas de Israel y la impunidad con la que ejecutan sus actos repudiables, solo son posibles con el respaldo militar, financiero, logístico y político que le garantiza el gobierno de los Estados Unidos. Ese propio gobierno gasta en armas nucleares 56 800 millones de dólares anuales, más que todos los demás países nucleares juntos.
Lograr el desarme nuclear una prioridad mayor, ya que este tipo de armamento constituye un peligro para la propia supervivencia del ser humano. Actualmente, existen más de 12 mil 300 armas nucleares, de ellas 3900 activas y desplegadas, listas para ser utilizadas.
El gasto militar mundial ha crecido de manera sostenida los últimos 10 años, y ya alcanza la cifra récord de 2.72 billones de dólares. El 55% de estos gastos corresponde a los miembros de la OTAN y solo Estados Unidos es el responsable de casi el 40% del gasto militar mundial. Estas cifras son más que elocuentes.
Estimados participantes:
La paz tampoco podrá alcanzarse sin desarrollo. Los países más desarrollados incumplen sus compromisos, de antemano insuficientes, de Ayuda Oficial al Desarrollo, poniendo en alto riesgo la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Las múltiples crisis que enfrentamos, determinadas por el sistema imperialista y el orden internacional impuesto, se exacerban y, cada día más, se intenta socavar el carácter intergubernamental de las Naciones Unidas, con el fin de debilitar su papel esencial en la promoción del desarrollo sostenible para todos.
El cambio climático también avanza de modo inexorable. Los irracionales e insostenibles patrones de producción y consumo promovidos por el capitalismo han conllevado al aumento de la temperatura media global, por lo que también se deben emprender acciones inmediatas para modificarlos de manera significativa. En el enfrentamiento al cambio climático las responsabilidades son compartidas, pero diferenciadas.
Es necesario un nuevo orden internacional justo y democrático, en el que se garantice la paz y el derecho al desarrollo en condiciones de igualdad; en el que se amplíe y fortalezca la participación y representación de los países en desarrollo en los procesos de gobernanza y en la toma de decisiones a nivel global; en armonía con la naturaleza y el manejo sostenible de los recursos; y también en el que se asegure el ejercicio de todos los derechos humanos a todas las personas.
Un orden internacional sin bloqueos ni medidas coercitivas unilaterales, sino basado en el multilateralismo y el pleno respeto al Derecho Internacional y a la Carta de las Naciones Unidas; en el que prevalezca la solidaridad y la cooperación, sin hegemonismos ni pretensiones de dominación.
Compañeras y compañeros:
El pueblo cubano, por más de 65 años ha estado ilegalmente sometido al sistema de medidas coercitivas unilaterales más abarcador, complejo y prolongado que se haya aplicado contra país alguno.
El bloqueo económico, comercial y financiero se ha recrudecido en los últimos meses, con medidas diseñadas para impedir el éxito de los planes de desarrollo impulsados por el Partido y el gobierno y concretar sus pretensiones de derrotar a la Revolución.
A este complejo escenario, se suma la constante persecución financiera a causa de la reinclusión en la espuria lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo.
Los cubanos enfrentamos hoy desafíos extraordinarios, pero con la fuerza que emana de la unidad, la capacidad de resistencia del pueblo y el acompañamiento de la solidaridad internacional que hace suyas nuestras causas de lucha, saldremos victoriosos. Cuba ratifica su compromiso inquebrantable con la paz, con el Derecho Internacional y con el multilateralismo y confirma su disposición para continuar trabajando incansablemente por un mundo donde la dignidad plena del ser humano y la soberanía de todas las naciones sean los cimientos de una paz verdadera, justa y duradera.
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Discours au Premier Forum international pour la paix
Bruxelles, 23 et 24 juin.-
Dear participants and guests:
We are very grateful for the invitation to this First International Peace Forum, a space that currently assumes great relevance and pertinence and which, we are confident, will contribute to coordinating actions between left-wing political forces and progressive movements and organizations against the scourge of war, whose consequences could be unforeseeable and irreparable for humanity.
The current situation is particularly complex and dangerous. The US and Israeli attacks against the Islamic Republic of Iran, in flagrant violation of international law and the purposes and principles of the UN Charter, place the international community on the brink of a nuclear war. Therefore, international mobilization in defense of peace, dialogue, and negotiation is urgently needed without preconditions or external pressure.
Cuba was one of the first countries to condemn the recent U.S. attack against the Persian nation. Allow me, in this forum, to reiterate the call to the United Nations General Assembly and Security Council to exercise their primary responsibility to maintain international peace and security; to mobilize worldwide to condemn the aggression and prevent its continuation; and to act tirelessly to restore peace, with the urgency and determination that the moment demands.
At this time of such complexity, it is clear that only the end of the Zionist genocide against the Palestinian people and a comprehensive, just, and lasting solution to the conflict can bring peace to the Middle East.
The facts demonstrate that the policies of imperial domination and its expansionist and fascist doctrine constitute the main threat to international peace and security.
Israel's aggressive actions and the impunity with which it carries out its reprehensible acts are only possible with the military, financial, logistical, and political support guaranteed by the United States government. That same government spends $56.8 billion annually on nuclear weapons, more than all other nuclear-weapon states combined.
Achieving nuclear disarmament is a top priority, as this type of weapons represent a threat to human survival itself. Currently, there are more than 12,300 nuclear weapons, 3,900 of which are active and deployed, ready for use.
Global military spending has grown steadily over the past 10 years and has now reached a record $2.72 trillion. NATO members account for 55% of this spending, and the United States alone is responsible for almost 40% of global military spending. These figures speak for themselves.
Dear participants,
There is also no peace without development. The most developed countries are failing to meet their already insufficient Official Development Assistance commitments, putting the achievement of the Sustainable Development Goals at high risk.
The multiple crises we face, driven by the imperialist system and the imposed international order, are exacerbated, and every day, attempts are being made to undermine the intergovernmental nature of the United Nations, aiming to weaken its essential role in promoting sustainable development for all.
Climate change is also advancing inexorably. The irrational and unsustainable patterns of production and consumption promoted by capitalism have led to an increase in average global temperatures, so immediate action must be taken to significantly modify them. In addressing climate change, responsibilities are shared, but differentiated.
A new, fair, and democratic international order is needed, one that guarantees peace and the right to development under equal conditions; one that expands and strengthens the participation and representation of developing countries in global governance and decision-making processes; one that is in harmony with nature and the sustainable management of resources; and one that also ensures the exercise of all human rights for all people.
An international order without blockades or unilateral coercive measures, but based on multilateralism and full respect for international law and the United Nations Charter; in which solidarity and cooperation prevail, without hegemony or pretensions of domination.
Comrades:
For more than 65 years, the Cuban people have been illegally subjected to the most comprehensive, complex, and prolonged system of unilateral coercive measures ever applied against any country.
The economic, commercial, and financial blockade has intensified in recent months, with measures designed to impede the success of the development plans promoted by the Party and the government and to realize their ambitions to defeat the Revolution.
In addition to this complex scenario, there is the financial persecution resulting from the country's re-inclusion on the spurious list of states that allegedly sponsor terrorism.
We Cubans face extraordinary challenges today, but with the strength that comes from unity, the resilience of the people, and the support of international solidarity that embraces our causes of struggle, we will emerge victorious. Cuba reaffirms its unwavering commitment to peace, to international law, and to multilateralism, and confirms its willingness to continue working tirelessly for a world where the full dignity of the human people and the sovereignty of all nations are the foundations of a true, just, and lasting peace.
(EmbaCuba Bélgica)