Berlín. 8 de enero de 2021: El Director de la revista Cuba Socialista Enrique Ubieta Gómez, intervino en la Conferencia Rosa Luxemburgo 2021, celebrada de manera virtual, con una ponencia titulada “Los dos virus de la crisis global: la social y la sanitaria”.
Entre las ideas expuestas señaló, al referirse a la situación de la pandemia que: “No es cierto que el virus sea democrático; pues suele toparse y dañar más a los que no se alimentan bien, ni se atienden con asiduidad los problemas de salud; a los que no pueden permanecer en casa porque deben salir a buscar el sustento de cada día, y a los que viven hacinados. No es cierto que la pandemia cambiará la sociedad. O somos verdaderamente democráticos nosotros o el virus infectará y matará, en mayor cuantía, a los olvidados por la democracia. O cambiamos nuestra relación con la naturaleza (con nosotros mismos) o la naturaleza cambiará su relación con nosotros”.
Reflexionó sobre la contradicción que se ha generado, muy difícil de conceptualizar, entre salud y economía. En su opinión, esa pregunta, “¿salud o economía?” exige una revisión de los puntos de partida. ¿La salud de quién?, ¿la economía de quién? Hay quienes apostaron por la economía —no la de los obreros, ni la de los pequeños y medianos propietarios, sino la de las grandes corporaciones, frente a la salud de todos.
Citando a nuestro Comandante en Jefe, expuso como ejemplo de solidaridad y altruismo a las decenas de miles de médicos cubanos que han prestado servicios internacionalistas en los lugares más apartados e inhóspitos –decía Fidel, nuestro Fidel Castro, que es de ustedes también, el 6 de mayo de 2003--. Un día dije que nosotros –continuó con la cita-- no podíamos ni realizaríamos nunca ataques preventivos y sorpresivos contra ningún oscuro rincón del mundo; pero que, en cambio, nuestro país era capaz de enviar los médicos que se necesiten a los más oscuros rincones del mundo. Médicos y no bombas, médicos y no armas inteligentes, de certera puntería, porque, al fin y al cabo, un arma que mata traicioneramente no es absolutamente un arma inteligente.
Expresó que la solución preferida que el imperialismo intenta exportar a Cuba, mediante un extraño batido de ideas de diversa y a veces opuestas procedencias, es ejemplo del impacto de la “nueva” socialdemocracia. El gobierno de Trump calculó que la pandemia era un buen momento para asfixiar a los países que no siguen sus dictados. Existía la intención de ahogar económicamente a Cuba y a Venezuela, una intención ejecutada con todo cinismo y alevosía.