Intervención de la delegación cubana en la duodécima Conferencia de los Estados Parte de la UNTOC
Señor Presidente:
Lo felicitamos por su elección para presidir los trabajos de la Comisión y le deseamos éxitos en el desempeño de sus funciones. La felicitación va dirigida, igualmente, al resto de miembros de la Mesa. Ofrecemos plena disposición de colaborar para contribuir al éxito de la Conferencia.
La delegación cubana agradece a la Secretaría por la organización de esta reunión y por los documentos circulados.
Señor Presidente,
Estimados delegados,
El escenario de crisis actual arroja oportunidades para la organización de la delincuencia internacional y sus grupos delictivos. A pesar de los esfuerzos realizados por muchos de nuestros gobiernos, en los últimos años las organizaciones criminales se han fortalecido y han extendido su accionar.
Observamos con preocupación cómo persisten las amenazas de las diversas manifestaciones del crimen organizado transnacional en América Latina y el Caribe, pese a las políticas aplicadas por muchos países de la región.
Hoy como nunca antes se hace necesario retomar y exigir el cumplimiento de los principios internacionales de absoluto respeto a la soberanía, la igualdad y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados.
La delincuencia organizada transnacional, es un problema global, que dificulta el desarrollo económico y social, promueve la corrupción y vulnera los valores de la convivencia humana. Fomenta la violencia y afecta la gobernabilidad de los países y, en consecuencia, debe ser enfrentada de manera colectiva, coherente, asumiendo una responsabilidad común, compartida y coordinada.
La trata de personas constituye un tema de máxima prioridad para el Estado cubano y la sociedad civil. La política de “Tolerancia Cero” ante este delito se materializa mediante acciones y medidas encaminadas a elevar la prevención, fortalecer el enfrentamiento, sancionar severamente a los autores y brindar protección a las víctimas.
El tráfico ilícito de armas, sus partes, componentes y municiones, es, igualmente, un tema sensible a nivel global. Cada vez resulta más evidente que la prevención, enfrentamiento y erradicación de este fenómeno global no puede ser tarea de un solo Estado, sino la suma de esfuerzos mancomunados de la comunidad internacional, bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
Es por ello que, en este contexto, la cooperación internacional en materia penal constituye un elemento esencial para enfrentar estos flagelos. Combatir con eficacia y eficiencia el delito transnacional en todas sus formas y manifestaciones, tiene que ser un objetivo esencial de los Estados Miembros y la cooperación internacional es indispensable para dicho propósito.
Señor Presidente,
Cuba defiende el papel rector de la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal y reconoce la labor que desarrolla la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sus Protocolos.
Nuestra delegación resalta la vigencia y utilidad de la Convención de Palermo y de sus tres Protocolos como instrumentos eficaces para combatir todas las formas de delincuencia organizada transnacional. De igual manera, Cuba reitera su compromiso de continuar contribuyendo, en la medida de las posibilidades, a que prevalezca la aplicación efectiva del régimen jurídico internacional creado por estos instrumentos internacionales.
Señor Presidente,
En el enfrentamiento al delito trasnacional organizado es necesario hacer realidad el principio de la responsabilidad común y compartida de todos los Estados, con un estricto apego al Derecho Internacional y a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.
Para ello, es vital renunciar a la política de doble rasero y al empleo de medidas coercitivas unilaterales, motivadas por intereses políticos y hegemónicos que deben cesar. Cuba es víctima de políticas de este tipo, materializadas en el injusto e inhumano bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por los Estados Unidos y la injusta inclusión de Cuba en la unilateral Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo. Esto, provoca limitaciones en el acceso a equipamientos e insumos para el combate efectivo contra los delitos asociados a la delincuencia transnacional organizada.
Cuba a partir de su experiencia nacional y los resultados alcanzados en más de medio siglo, considera que la más amplia prevención social, la tolerancia cero antes las manifestaciones delictivas y la atención a las víctimas, mediante la acción voluntaria y conjunta de los órganos del gobierno y la sociedad civil, pueden permitir abordar de manera eficiente el enfrentamiento al crimen organizado transnacional.
Nuestra delegación desea finalizar reiterando el compromiso del Gobierno y Estado cubano con la aplicación de la Convención contra la delincuencia organizada transnacional y sus Protocolos. La prevención primaria y el enfrentamiento a cualquier manifestación del crimen organizado transnacional constituyen los pilares de la lucha global contra la delincuencia organizada transnacional.
Muchas gracias