Este martes se inauguró la 18 Feria del Libro Infantil y Juvenil de Hidalgo en la ciudad de Pachuca. Representantes de la Embajada de Cuba en Méxi formaron parte del panel de apertura y a continuación compartimos el recuento de la jornada, a cargo del periodista Alberto Rodríguez:
De a poco se fue sumando la gente hasta que, de los doscientos lugares que tiene el escenario principal de la Feria Infantil y Juvenil de Hidalgo, apenas sobraron unos quince vacíos. Porque causó mucha expectación escuchar y aprender lo que ahí se iba a hablar: de qué manera Cuba ha logrado hacer de la cultura uno de los motores de su desarrollo. Fue el evento principal dentro de esta feria literaria que reúne a lo más importante de las artes hidalguenses, en la ciudad de Pachuca, capital de la entidad, a unos 94 kilómetros al norte de la Ciudad de México.
Y me invitaron a moderar. Yo, sentado a un lado del panel, lancé mi introducción y fui otorgando la palabra a quienes ocuparon el escenario, cada quien, representantes de la Embajada de la República de Cuba en México. Comenzando por el poeta Waldo Leyva, consejero cultural de la misión diplomática cubana; Indira Poviones, primera secretaria de prensa; Ariel Orta, vicecónsul y Margarita Sánchez, integrante de la consejería cultural. Voces de primer orden.
Leyva, uno de los poetas más reconocidos de Cuba, explicó que la cultura, así como la educación, ha sido uno de los pilares de la Revolución. Evocó las palabras del Comandante en Jefe, Fidel Castro, quien pidió al pueblo cubano “leer, no creer” al triunfo del movimiento revolucionario. Fue una consigna que convocaba a hacer de la inteligencia y no del fanatismo la esencia de las transformaciones que ocurrirían en el país.
El secretario de Cultura de Hidalgo, Olaf Hernández, llegó al tiempo y tomó su lugar entre el público porque todo lo que pueda aprenderse de Cuba es siempre bienvenido. Fue el propio funcionario quien, al final del evento, subió al escenario para agradecer la presencia de la delegación cubana, destacando la importancia de la labor cultural del país, las relaciones entre la isla y México y esperando que se estrechen los intercambios entre las instituciones de Cuba e Hidalgo en materia cultural.
De regalo, ediciones sobre los estudios del patrimonio hidalguense, entidad que cuenta con nueve reconocimientos de la UNESCO como memoria de la humanidad. Algo similar a lo que ocurre en la mayor de las Antillas, cuya capital, La Habana, se aproxima a cumplir sus 500 años de vida y fue declarada maravilla moderna del mundo.
Indira Poviones, primera secretaria de prensa de la misión diplomática, subrayó que si la cultura cubana es muy admirada en el mundo es porque la Revolución se lo ha tomado en serio. El apoyo a artistas, así como la implementación de políticas permanentes de desarrollo del arte y todas las expresiones populares, son tema irrevocable tanto del Consejo de Estado como de la Asamblea Nacional. De manera que Cuba dedica más del 25 por ciento de su gasto público al desarrollo cultural, prácticamente el nueve por ciento de su Producto Interno Bruto. Con tal inversión, ¿cómo no iba a contar el mundo con la espectacularidad de la danza, la música, las letras y todo aquello tan admirado que se hace llamar cultura cubana?
¿Y la “Cubanía”? Ese fenómeno del espíritu cubano que sólo quienes son nativos de la isla saben expresar. No es algo nuevo, sino es parte de Cuba desde la época colonial, explicó Margarita Sánchez, representante de la consejería cultural. Dijo que nociones como la solidaridad, el cultivo de las artes, el amor a la patria y la rebeldía, son maravillas que el pueblo cubano aprende desde la infancia.
En el intercambio de preguntas y respuestas –porque no se es cubano si no se debaten ideas–, hubo de todo: felicitaciones por la admirable obra de la Revolución; dudas sobre el actual proceso de adaptación del modelo económico y social; y una cuestión que especialmente llamó mi atención: ¿Cómo afecta a la cultura el bloqueo comercial que Estados Unidos mantiene ilegalmente sobre la isla desde 1962?
Tomó la palabra el vicecónsul Ariel Orta para explicar que todos los años Cuba pierde miles de millones de dólares derivado de este Bloqueo. Y, en efecto, según el informe 2017 sobre el caso, las pérdidas para el sector cubano de la cultura se estiman en no menos de 35 millones 314 mil dólares, tan sólo de 2016 a 2017. De hecho, este atropello fue 16 por ciento mayor comparado al de 2015. Y pese a todo -explicó Orta-, el gobierno cubano dota a cada estudiante de música de un instrumento para aprender; en general, a cada artista, venga de donde venga, sea quien sea, tiene todo en Cuba para ser arte. Contra viento y marea, si se quiere. Pero Cuba, puede.
Cuando el viento de la sierra oriental aceleraba su paso sobre esta ciudad que bien por eso es conocida como La Bella Airosa, la delegación cubana agradecía la atención. Y no bien bajaron del estrado, el púbico les estrechó la mano, les pidió fotos, les arrancó más comentarios, más razón, más de Cuba. Así, Irma, una de las asistentes que apenas hace unos meses volvió de unas vacaciones en La Habana, me tomó por el brazo para convertirme catapulta, y sobre quienes de la isla vinieron exclamó: ¡Bravo Cuba, qué bello país!”.
Autor: Luis A. Rodríguez
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