Managua, 17 de marzo: Cada 15 de marzo recordamos una fecha que sin lugar a dudas, marcó un hito en la Historia de Cuba, La Protesta de Baraguá, donde un reducido grupo de cubanos representados en Antonio Maceo, sostuvieron una acalorada reunión con las tropas españolas a quienes trasladaron su inconformidad ante la propuesta de paz la cual no incluía la independencia de la Isla ni la libertad de los esclavos, objetivos claves del alzamiento insurreccional del Padre de la Patria aquel 10 de octubre de 1868.
La trascendencia de este hecho en la Historia de Cuba se reviste en el rechazo por parte de las tropas mambisas a un pacto que violentaba la independencia por la cual se luchaba hacia aproximadamente 10 años y se mantenía sujeta a Cuba ante las decisiones provenientes de la Metrópolis.
Este hecho constituyó una expresión acabada del espíritu revolucionario de los cubanos, quienes en el contexto actual de nuestro país nos vemos representados en la figura del Titán de Bronce, al no aceptar demandas provenientes de Washington, las cuales intentan violentar nuestra soberanía e integridad nacional. Es por ello que hacemos nuestras las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro cuando sentenció: “El futuro de Cuba será un eterno Baragua”.