Roma, 17 de abril de 2020
Irma Dioli
Presidenta Asociación Nacional de Amistad Italia – Cuba ANAIC
Estimada compañera:
En medio del bullir intenso con el cual por estos días aciagos de epidemia COVID19 se manifiesta una vez más la profunda amistad entre los pueblos de Italia y Cuba, celebramos el 59 aniversario de la Asociación Nacional de Amistad Italia – Cuba (ANAIC).
Solidaridad es un término que se escucha con frecuencia por estos tiempos en que esa pandemia inusitada hostiga al mundo. Cuba ha insistido en la urgencia de poner a un lado las diferencias, para multiplicar los empeños conjuntos y fomentar la solidaridad por el bien humano común. Desde muchas organizaciones internacionales, gobiernos, instituciones, asociaciones civiles y, sobre todo desde los propios pueblos, se concuerda y se clama a favor de la cooperación internacional como condición indispensable para poder enfrentar tan compleja coyuntura. Sería deseable que de estas duras circunstancias que hoy atraviesa la humanidad emanen no solo comportamientos temporales, sino reflexiones profundas sobre el destino del mundo y actuaciones más responsables a nivel internacional, y que ello contribuya a crear un mundo más justo.
Simbólica coincidencia que sea este el contexto en el que la ANAIC, una organización con sustancial al espíritu solidario, conmemore su aniversario cincuenta y nueve.
Surgida en medio del alevoso ataque imperialista por Playa Girón, cuando la metralla procedente de Estados Unidos intentó, sin éxito, quebrar en la primavera del año 1961 la independencia del pueblo cubano, la Asociación Nacional de Amistad Italia - Cuba es una gestación permanente de su tiempo, de aquel tiempo en que surgió y desde entonces, de cada uno de los momentos en que ha sostenido los ideales compartidos con la Revolución Cubana, a la cual invariablemente ha apoyado.
Con la misma dignidad y firmeza de entonces, la Asociación ha sido sin tregua un baluarte incansable de la solidaridad del pueblo italiano hacia el pueblo de Cuba y hacia otras causas nobles y populares que en América Latina y el Caribe o en otras latitudes han hecho y hacen frente a la desigualdad y las injusticias que hoy siguen lacerando nuestro mundo.
En los días de Girón se levantaron desde el seno del pueblo de Italia oleadas de simpatía y apoyo a la joven Revolución Cubana, y como parte de ese batallar fértil de ideas y compromiso con los justos se fundó la ANAIC. Hoy, cuando la gratitud del pueblo cubano hacia el pueblo italiano, por tanto amor que se nos ha dado, llega vestida con las batas blancas de decenas de médicos y enfermeros formados por la Revolución Cubana que, precisamente a sugerencia pública de la ANAIC, de la Coordinadora de Cubanos Residentes en Italia (CONACI) y de la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico con Cuba (AICEC), se encuentran actualmente combatiendo la COVID19 en las regiones de Lombardía y Piemonte, sentimos que se acrecienta el abrazo simbólico que nos une, expresión de la amistad inquebrantable entre nuestros pueblos.
Sabemos que la ANAIC, todos sus círculos y todos sus miembros, como muchísimos italianos, seguirá bregando junto a la Revolución Cubana; seguirá apoyando la resistencia del pueblo cubano, empeñado en edificar una sociedad socialista, próspera y sostenible; seguirá apoyándonos en el reclamo internacional por el cese del indigno y despiadado bloqueo económico, comercial y financiero que desde hace 60 años los Estados Unidos de América mantienen contra el pueblo cubano y que, aún en las actuales circunstancias,el régimen encabezado por Donald Trump intensifica, impidiendo incluso el arribo a Cuba de insumos médicos necesarios para afrontar la epidemia COVID19.
Para los cubanos todos y en especial para la Embajada de Cuba en Italia, es un honor saber que contamos con amigos como ustedes. Gracias por la permanente y vital solidaridad que nos brindan.
Con José Martí, el Héroe Nacional de Cuba, los cubanos aprendimos que “Patria es humanidad”. Y nuestro Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana, quien nos inculcó la solidaridad como un deber inalienable de la condición humana, nos dejó como testamento esencial su obra toda y en especial el concepto de Revolución, que hoy deseo, una vez más, compartir con todos los miembros de la ANAIC:
“Rvolución es sentido del momento histórico;
es cambiar todo lo que debe ser cambiado;
es igualdad y libertad plenas;
es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos;
es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos;
es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional;
es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio;
es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo;
es luchar con audacia, inteligencia y realismo;
es no mentir jamás ni violar principios éticos;
es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas.
Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”.
Estimada, Irma, te pido hacer llegar nuestras felicitaciones y gratitud a todos los miembros de la Asociación Nacional de Amistad Italia Cuba.
Un abrazo,
José Carlos Rodríguez Ruiz
Embajador de Cuba en Italia