Mi condena contra la designación del Departamento de Estado de los Estados Unidos a Cuba como un estado que no coopera en los esfuerzos contra el terrorismo.

Por Brian Armas
El miércoles 13 de mayo de 2020, Cuba fue agregada a la lista de estados del Departamento de Estado de los Estados Unidos que no cooperan plenamente con los esfuerzos de lucha contra el terrorismo. Además de que esta designación se basa en falsedades, calumnias y una agenda política particular llevada a cabo por la administración Trump, se produce después de solo dos semanas desde que la Embajada de Cuba en Washington, DC fue atacada violentamente por un hombre armado con diplomáticos trabajando dentro.
El gobierno de Cuba, naturalmente, esperaba una investigación conjunta del caso, así como una clara denuncia del gobierno de los Estados Unidos de un ataque armado contra una sede diplomática en la capital de su país. Lo que se dio en cambio fue un silencio ensordecedor que se lee casi como un respaldo. Nunca se hizo ninguna denuncia y el ataque en sí parece no haber sido reconocido.
Esta tampoco sería la primera vez que una misión diplomática cubana fue atacada en suelo estadounidense. No se debe olvidar el despiadado asesinato del diplomático cubano Félix Carlos García Rodríguez en Queens, Nueva York, el 11 de septiembre de 1980, llevado a cabo por el grupo "Omega 7" respaldado por la CIA, con base en gran parte en Miami, Florida.
El momento de esta designación también llega en un momento peculiar, cuando Cuba lidera el mundo en el internacionalismo médico, ayudando en la lucha contra la actual pandemia de COVID-19. Como lo expresó Fidel Castro cuando pronunció un discurso en Buenos Aires, Argentina en 2003: “Nuestro país no arroja bombas sobre otras personas; ni envía miles de aviones para bombardear ciudades. ¡Nuestro país no tiene armas nucleares, armas químicas o armas biológicas! [...] Decenas de miles de médicos cubanos han llevado sus servicios internacionalmente a los lugares más remotos e inhóspitos ... ¡Médicos, no [bombas!] ”.
El mensaje aquí es bastante claro: cada país exporta lo que produce mejor. Cuba es fiel a su propia historia y está comprometida con la justicia social en la tierra. Ninguna cantidad de difamaciones cambiará eso.
Condeno enérgicamente esta designación del Departamento de Estado, y además me solidarizo con, y también condeno, las designaciones de otros estados incluidos en esta lista: Irán, Siria, Venezuela y Corea del Norte. La lucha por un mundo mejor no tiene fronteras.

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Comunidad cubana
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