Managua, 23 de marzo: Hoy celebramos el 45 aniversario del inicio de la Cruzada Nacional de Alfabetización (CNA) que se llevó a cabo en Nicaragua y que constituyó la primera tarea impulsada por la Revolución Popular Sandinista luego de alcanzar el triunfo aquel histórico 19 de julio de 1979.
Aprovechamos la ocasión para recordar aquellos 95 mil 582 jóvenes y maestros, quienes en menos de un año lograron reducir la tasa de analfabetismo de 50.3% a solo un 12.9%, fruto del empeño, la constancia y esfuerzo con que trabajaron pese a las adversidades.
A todos estos valientes jóvenes que dieron el paso al frente, hoy les rendimos tributo como también lo hacemos a aquellos que fueron asesinados a mano de los contrarrevolucionarios, quienes por orden del imperialismo, intentaron frenar la grandeza de una Revolución naciente en la tierra de Sandino y que solo recibieron el rechazo de un pueblo unido y culto.
Muchos son los lazos que unen a Cuba y Nicaragua. La CNA fue otro de los ejemplos que definen como dos pueblos hermanos pueden trabajar hacia un mismo propósito, la dignificación de sus habitantes y la voluntad de darles la mejor arma, el conocimiento.
La sangre de profesores cubanos y nicaragüenses que fue vertida en suelo nicaragüense sirvió para afianzar la unidad de dos procesos nacientes y que hoy perduran como luz que guía el camino de la esperanza, la igualdad y la fraternidad en un mundo cada vez más injusto y polarizado por los intereses hegemónicos de las clases opresoras.
Cada año esperamos esta jornada para recordar al mundo que cuando se tiene la voluntad de trabajar por el bien común y la justicia social, la vida te compensará. Hoy Nicaragua es un reflejo de ello y se lo debe a los logros alcanzados por el Buen Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional liderados por los Copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo y con el acompañamiento de todos los nicaragüenses.