Por María Inés Álvarez Garay (*)
Los profesionales de la salud cubanos, continúan librando batallas contra la muerte en Gambia, esta tierra agradecida del occidente africano.
Cuba vive en su historia, y en estas fechas como el 19 de abril, rememora la primera gran derrota del imperialismo yanqui en suelo cubano y en América Latina, cuando el pueblo salió a defender la Revolución, la patria y la soberanía frente a la invasión mercenaria a Girón que integraron mil 500 hombres equipados, entrenados y financiados por el gobierno de Estados Unidos.
Hoy los cubanos continuamos derrocando a la muerte y sembrando vida, esta vez con las armas del decoro, la solidaridad y el humanismo, que heredamos de los líderes y autores intelectuales de una Revolución que no tiene marcha atrás, y que llegó para ser el motor que nos permite trillar caminos y coleccionar triunfos.
En el hospital nacional docente Edward Francis de Banjul, capital de Gambia, trabaja con mucho amor, responsabilidad y sabiduría el cirujano general Dr. Ahmed Gutiérrez.
Recientemente atendió a un paciente de 19 años que sufrió un accidente de tránsito hace 6 meses.
Con cirugía exploradora sin hallazgos, según la historia clínica que traía, hace 1 mes comenzó a notar aumento de volumen en su abdomen, y dolor luego de ingestión de alimentos.
El Dr. Gutiérrez observó una gran tumoración firme en hemiabdomen superior, renitente, no movible, doloroso a la palpación, y bien delimitado.
Le indicaron exámenes de laboratorio e imaginológicos, que diagnosticaron un pseudoquiste de páncreas vs quiste mesentérico gigante.
Se decidió laparotomía exploradora, encontrando gran pseutoquiste pancreático retrogástrico, extrayendo 1900 ml de líquido oscuro cetrino: Se le realizócisto-gastrostomía, con una evolución post operatoria satisfactoria del joven.
Hace pocos días, fue dado de alta, la operación fue todo un éxito, y seguirá siendo atendido en consultas de seguimiento hasta su recuperación total.
Así se hace, Dr. Ahmed, cada día es un campo de batalla contra las enfermedades y los sufrimientos, y cada minuto es una vida salvada.
Muchas gracias, por su profesionalismo y su gran pasión por la bella profesión que escogió y que ejerce con su corazón.
(*) Profesora y colaboradora de la Brigada Médica Cubana en Gambia