Palabras del Embajador de Cuba, Juan Antonio Fernández Palacios, con motivo de la Gala por el “Aniversario 60 del Triunfo de la Revolución cubana”

Excmo. Sr.  Marcus Bergmann, Vice Director General de la Sección Cultural del Ministerio Federal para Europa, Integración y Asuntos Exteriores de Austria,

Distinguidos Embajadores y demás miembros del Cuerpo Diplomático,

Queridos amigos de Cuba, compatriotas,

Estimados invitados:

El Primero de Enero de 1959, un ejército de jóvenes rebeldes liderados por Fidel Castro, entraba victorioso en la ciudad de Santiago de Cuba – la tierra oriental que vio nacer a la Revolución cubana –. Las imágenes alegóricas al triunfo de los “barbudos” de la Sierra Maestra le dieron rápidamente la vuelta al mundo y con ellas, la noticia de que en esa madrugada, el dictador Fulgencio Batista había huido de la Isla. La tiranía había sido derrocada.

Para toda Cuba, esas imágenes tenían un significado aún mayor, el Triunfo de la Revolución, y con ella, el pueblo cubano sediento de libertad, recuperaba al fin la soberanía y la definitiva independencia de la Patria. Era la culminación del largo esfuerzo de las luchas libertarias de nuestro pueblo a lo largo de casi 100 años. Se empezaban a transformar sueños en realidades y el pueblo cubano se convertía finalmente en dueño de su propio destino.

Se iniciaba así la primera Revolución socialista de la historia de América Latina. La más profunda y radical Revolución de nuestros tiempos, símbolo de resistencia y dignidad, símbolo también de las luchas anticolonialistas y de liberación nacional, por la verdadera emancipación de los pueblos.

La Reforma Agraria, la Nacionalización de las riquezas del país, la Campaña de Alfabetización, la dignificación de los oprimidos y los excluidos, y la intensa tarea de crear un “hombre nuevo” capaz de transformar la sociedad sobre la base del más profundo conocimiento científico, fueron los primeros pasos de ese torbellino de justicia social y del decoro que significó la alborada del Primero de Enero.

A partir de ese momento no solo se alcanza la victoria, sino que fue también necesario defender la victoria. Se nos intentó derrotar por todos los medios, desde invasiones y acciones terroristas, hasta la imposición del más cruel y prolongado bloqueo económico, comercial y financiero– que persiste hasta nuestros días.

La Revolución cubana arriba a su 60 aniversario imbuida en un proceso de actualización de su modelo económico-social. Sabemos que renovarse es la única manera de continuar, bajo la máxima fidelista: “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado”.

Hace sólo unos meses atrás, el pasado 24 de febrero, fue proclamada la nueva Constitución de la República de Cuba, que contó con el apoyo de más del 86% de la población. La nueva Constitución, nacida de un amplio proceso de consulta popular garantiza la continuidad de la Revolución. Es hija de su tiempo y refleja nuestras aspiraciones futuras de alcanzar un socialismo próspero, sostenible, inclusivo y participativo.

Hoy Cuba se encuentra inmersa en la actualización de su modelo económico. Y como dijera el Presidente Díaz-Canel, debemos hacer de la batalla por la economía lo fundamental. Es imperativo impulsar la inversión extranjera; exportar más; defender los ingresos; ordenar la actividad del sector privado de la economía, pero sin trabar o frenar su desempeño; aprovechar eficientemente la fuerza de trabajo calificada y científica; movilizar todas las potencialidades para producir más y con mayor eficiencia; es lo único que nos permitirá crecer.

Si hoy en Cuba, hay Revolución socialista, si nuestros líderes principales han sido Fidel y Raúl Castro, si tenemos un sistema democrático auténtico que se refrenda en nuestra Constitución, y si ahora existe un cambio generacional en la dirección del país que implica la continuidad de nuestro proyecto político y social se debe únicamente a la decisión y la voluntad soberana del pueblo cubano; suficientemente libre, educado, heroico y culto como para saber definir su propio destino.

En 60 años la Revolución cubana ha desarrollado sus relaciones internacionales activamente, con sólidos principios, basados en el respeto al derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Cuba es un país solidario, pacifista y de vocación internacionalista; que mantiene relaciones diplomáticas con 195 Estados y participa activamente en el sistema de Naciones Unidas.

La ocasión se hace propicia para reconocer los lazos históricos de amistad que Cuba y Austria han mantenido durante 73 años. Recordamos con satisfacción la celebración del 70 aniversario del establecimiento de esas relaciones bilaterales, con la trascendental visita a Cuba del Presidente y entrañable amigo, el Dr. Heinz Fischer.

Nos enorgullece también la celebración este año del 50 aniversario de la Asociación de Amistad Austria-Cuba “ÖKG”, la cual ha acompañado y apoyado a la Revolución cubana casi desde sus inicios. La OKG cumple 50 años y la Revolución festeja su 60 aniversario; compartimos la historia, los logros y compromisos para el futuro, que nos pertenece, confiados en la victoria. 

Vivimos tiempos tan confusos como convulsos. La volatilidad e imprevisibilidad de las decisiones y acciones durante la “era Trump”: su renuncia e irrespeto hacia la diplomacia de paz y el multilateralismo, el desconocimiento de los compromisos de Estado, sus iniciativas lesivas al medio ambiente, y su discurso agresivo, proteccionista, xenófobo y racista, han concitado una creciente incertidumbre global.

El pasado 17 de abril, la propia administración Trump anunció la estricta aplicación del “Título III de la Ley Helms-Burton” que refuerza, de manera peligrosa, el componente extraterritorial del bloqueo impuesto a nuestro pueblo. Es un acto hostil, de extrema arrogancia e irresponsabilidad, y representa un ataque al Derecho Internacional, a la soberanía de Cuba y de terceros Estados.

Seis décadas después, nuestra pequeña Isla y el sueño de la Revolución cubana han sobrevivido a todos los intentos de someterla. Somos una nación en pie de lucha, consciente de su deber y orgullosa de su historia. Aquí estamos, porque hemos sabido resistir estos sesenta años, lo que tal vez muy pocos creyeron, lo que tal vez nadie en el mundo pudiera imaginarse.

Toda esa resistencia ha sido posible gracias a nuestro pueblo: por su heroísmo, su patriotismo, su espíritu de lucha, su lealtad y su fervor revolucionario.

Juntos hacemos Cuba. Somos Continuidad.

¡Viva la Revolución!

(Embacuba Austria)

Categoría
Bloqueo
Comunidad cubana
Eventos
Multilaterales
Relaciones Bilaterales
Solidaridad
RSS Minrex