Compañeros y compañeras.
Queridos amigos:
Hoy nos reunimos aquí no solamente para recordar una fecha. Estamos aquí porque hace 58 años, el Imperio creyó que podía matar una idea en una escuelita de La Higuera. Y fracasó.
Desde la historia, el Che nos lanza la pregunta sobre qué estamos haciendo por la humanidad.
La respuesta del Che, forjada en unión indisoluble con el Comandante en Jefe, Fidel Castro, siempre será la acción. Esa fidelidad inquebrantable y esa ética compartida entre el visionario y el ejecutor, es el modelo que debemos seguir. Su legado no morirá si está presente en cada una de nuestras acciones.
Hoy se nos señala una lucha en la que todos estamos implicados: poner fin al criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba. Esta criminal política no es una política de desacuerdo; es un acto de guerra económica, el principal impedimento para nuestro pleno desarrollo y una violación flagrante del derecho internacional.
Frente a esta realidad, el internacionalismo del Che es nuestro antídoto. Su rechazo al imperialismo y su ética del sacrificio nos recuerdan que la solidaridad no es un sentimiento, es la trinchera fundamental.
Por eso, honrar al Che exige pasar de la memoria a la movilización y mirar con optimismo el porvenir.
Como dijera el Comandante en Jefe : “Es por eso que nosotros debemos mirar con firmeza el porvenir y con decisión; es por eso que debemos mirar con optimismo el porvenir. ¡Y buscaremos siempre en el ejemplo del Che la inspiración, la inspiración en la lucha, la inspiración en la tenacidad, la inspiración en la intransigencia frente al enemigo y la inspiración en el sentimiento internacionalista!”
Después de este acto, después de este homenaje al Che, nos comprometemos todos a siempre mantener en alto y cada vez más en alto las banderas revolucionarias y los principios solidarios.
En estos instantes de recuerdo, elevemos nuestro pensamiento y, con optimismo en el futuro, con optimismo absoluto en la victoria definitiva de los pueblos, digámosle al Che, y con él a los héroes que combatieron y cayeron junto a él:
¡Hasta la victoria Siempre!