Cifras oficiales publicadas por el gobierno de Botswana muestran que el 8 de marzo de 2021 el país había acumulado 31 719 casos confirmados de Covid y 424 fallecidos, ante una población que ligeramente supera los 2 millones de habitantes.
Sin embargo, la morbilidad en edades pediátricas << hasta los 12 años >> se considera baja con respecto a los adultos. En su gran mayoría estos pacientes han adquirido la infección por los padres y se comportan asintomáticos o con muy poca sintomatología, predominando síntomas corrientes. Las muertes son igualmente escasas.
Lo anterior pudiera estar relacionado con que los niños por lo general no sufren enfermedades crónicas como Diabetes Mellitus, Hipertensión Arterial, Cardiopatías u otras neurológicas con secuelas, más allá de padecimientos propios del cuadro epidemiológico del país.
Igual deben tenerse en cuenta los resultados de investigaciones recientes que identifican a la respuesta innata, más rápida y eficaz, del sistema inmune de los niños también como causa de la menor incidencia de la pandemia entre ellos, en tanto evita la replicación del virus y puede explicar por qué muchos dan negativo en la prueba PCR.
Así lo atestiguan tres pediatras cubanas que cumplen misión en el país, dos de ellas desde 2016 y la otra desde 2018, en virtud del Memorando de Entendimiento suscrito entre ambos gobiernos.
Ellas son la doctora Lina Jaqueline Castillo Plasencia, quien labora en el Hospital Athlone, del Distrito de Lobatse, al Sudeste del país; y las doctoras Evis Johnson Montero y Reyna Norka Borrero, que prestan sus servicios en el Hospital Letsholathebe Memorial, de Ngamilandia, distrito ubicado en el Norte.
Al llegar a Botswana, no podían imaginar que vivirían experiencias inolvidables como inaugurar los servicios de Pediatría y Neonatología en un hospital; la apertura de Salas de Cuidados Especiales Neonatales y de Reanimación pediátrica; participar en investigaciones científicas y entrenamientos de actualización para el manejo del HIV/sida, Malaria, Tuberculosis, Malnutrición Severa, de Malformaciones Congénitas y enfermedades que no forman parte frecuente en el cuadro epidemiológico de Cuba; introducir el cumplimiento de los Protocolos de actuación de la especialidad; y/o involucrarse en procesos de Auditorias Clínicas.
Entre los desafíos enfrentados mencionan “las barreras culturales, idiomáticas y propias del sistema de salud local” y confiesan que “todos los días aprenden algo nuevo, ya sea en el curso de la profesión o de los idiomas inglés o setswana.”
Sus jornadas de trabajo incluyen pases diarios de visita docente – asistenciales en las salas de Pediatría y Maternidad de sus respectivos hospitales, consultas externas varias veces por semana, el cumplimiento del servicio de guardias y las visitas a poblaciones residentes en áreas rurales distantes.
Han participado en congresos, talleres, simposios, jornadas y otros eventos científicos, locales o internacionales, algunos vinculados a la Sociedad Científica Botswanesa de Pediatría o a la Asociación de Pediatría, de la cual son miembros.
En tiempos de pandemia, su labor primordial ha pasado a ser la necesaria prevención de la propagación del virus, sin dejar de cumplir las medidas de bioseguridad establecidas.
Según criterios de los propios pediatras, uno de los secretos de la especialidad es, además de la satisfacción de salvar vidas infantiles, devolver la sonrisa a los niños y sus familiares. Tal ha sido la entrega, la paciencia y el amor de estas tres “Marianas” cubanas, que han logrado ganarse la confianza y el respeto tanto de padres, como de pacientes, colegas y directivos del sector de salud en Botswana.
Estadísticas oficiales revelan que en 1969, tres años después de su independencia, Botswana tenía una tasa de Mortalidad Infantil de 88.4 por cada mil nacidos vivos. Al cierre de 2018, cuando ya se constataban resultados del noble desempeño de las pediatras Lina, Evis y Reyna, entre otros colaboradores cubanos, dicho indicador había descendido a 32.3 por cada mil nacidos vivos. En 2019 no mostró cambios.
Durante más de 30 años, de los 43 trascurridos desde el establecimiento de relaciones diplomáticas Cuba – Botswana, la cooperación médica ha estado presente con resultados destacados, enmarcada en diferentes modalidades como el Programa Integral de Salud (PIS), al Colaboración Compensada y actualmente Servicios Médicos.
Las doctoras Lina, Evis y Reyna forman parte de un aguerrido colectivo de colaboradores de Salud, disperso en nueve localidades de la geografía botswanesa, que contribuye con su esfuerzo a mantener en alto el nombre de la Revolución cubana.