En emotivo acto en la Sede Universitaria Carlos J. Finlay, perteneciente a la Facultad de Medicina “Raúl Diaz Argüelles García”, en la capital guineense, se rindió homenaje a los hechos ocurridos el 13 de marzo de 1957, hace 66 años, donde un grupo de Jóvenes dirigidos por José Antonio Echeverría, asaltaron al Palacio Presidencial y tomaron la emisora Radio Reloj. El acto fue presidido por el Embajador de Cuba en ese hermano país del continente africano, Dr. C Raúl De la Peña Silva, la Primera Secretaria de la Misión Diplomática, Dr. C. María Rosa Milán Licea, el Decano Nacional Dr Mario Gomes, la Decana cubana de la Facultad, Dra. Lilian Fernández Lora y el Dr. Odeite Dueñas Moreira, Secretario del Partido en la BMC, estuvo presente además una representación de profesores y estudiantes de la Facultad.
Fue momento propicio para que los estudiantes presentaran diferentes manifestaciones artísticas, como canciones, poesías y una reseña histórica sobre sobre los hechos ocurridos ese día en la capital cubana.
En las palabras finales del acto, la Dra. Lilian Fernández Lora, Decana Nacional de la Facultad de Medicina señaló que; vuelve a tocar la memoria histórica el corazón de los cubanos, con la conmemoración del 66 aniversario del audaz asalto al Palacio Presidencial y toma de la emisora Radio Reloj, ocasión en que los estudiantes universitarios y el pueblo de la isla caribeña recuerdan el heroísmo de los jóvenes que desafiaron al represivo gobierno apoyado por Estados Unidos, y honrarán a su vez a los mártires, renovando sus compromisos con la revolución.
Con orgullo recordamos la figura de José Antonio Echeverría, quien fuera el Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), el que acompañado por jóvenes del Directorio Revolucionario, brazo armado de dicha organización, se lanzaron a la lucha para ajusticiar al tirano Fulgencio Batista y convocar al pueblo a través de la emisora. Esto significó el aporte de los jóvenes a la nación, a la lucha por la verdadera independencia que se logró con el triunfo de la revolución comandada por Fidel el 1ro de enero de 1959.
A pesar de que en las páginas escritas de la historia se conoce con detalles ésta heroica gesta, en la que se inscribe la caída en combate de José Antonio frente a fuerzas de la tiranía, fue considerada por el líder histórico de nuestra revolución como una operación bien organizada, un acto de extraordinaria audacia y valentía, donde a pesar de no haberse logrado su objetivo, la acción del 13 de marzo de 1957 reviste una gran importancia histórica, pues conmocionó la conciencia popular y acrecentó el repudio al régimen tiránico de la época.
La vida del joven revolucionario le fue arrancada a los 24 años, aun así, reconocemos que este joven murió por la patria, y aunque su muerte dolió y mucho, también es considerada un canto de esperanza; pues al caer, acentuó la certeza de que el camino era la lucha, como lo demostraban ya los barbudos en la Sierra Maestra.
Por todo lo que se conoce, Cuba recordará cada 13 de marzo al líder estudiantil y a los compañeros de lucha que también sembraron con su ejemplo la semilla de una juventud rebelde. La hazaña heroica de ésta fecha ocupa un sitio supremo en la extensa y valiosa historia de las tradiciones combativas en Cuba.
“El deber se cumple sencilla y naturalmente”, sentenció José Martí nuestro Héroe Nacional y así lo cumplieron los combatientes del Directorio Revolucionario que aquel día llevaron a cabo de manera simultánea el ataque al Palacio Presidencial y la toma de la emisora Radio Reloj.
Hoy la batalla de los jóvenes revolucionarios es la de todo su pueblo: la lucha por derrotar al bloqueo imperialista; la lucha por el desarrollo de la economía del país y la lucha por mantener y desarrollar las conquistas del socialismo. Enfatizó que nuestro país, nuestro pueblo y la familia cubana continúa sufriendo el cruel, genocida, criminal bloqueo recrudecido, impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América, unido a las campañas de desinformación contra la colaboración médica cubana y la insistencia del gobierno norteamericano de mantener a nuestra pequeña Isla en la lista espuria de países que patrocinan el terrorismo.
Para terminar recordó el Testamento Político dejado por José Antonio el cual afirmaba:
“Si caemos, que nuestra sangre señale el camino de la libertad, porque, tenga o no nuestra acción el éxito que esperamos, la conmoción que causará nos hará adelantar en la senda del triunfo, pero es la acción del pueblo la que será decisiva para alcanzarlo..., y la traducción a la actualidad nos dice que, aunque sabemos hoy que otros son los escenarios, el propósito está intacto: la libertad, la soberanía e la independencia de Cuba no tienen precio. Por tanto, en nuestros días, el frente de batalla está en la producción, en los servicios, en la generación constante de soluciones a las mil y una zancadillas que nos interpone el imperialismo en su afán de desaparecernos.
La nación cubana reconoce en su corazón que aquellos valerosos jóvenes revolucionarios constituyen también un ejemplo para los avatares que enfrentamos día a día los colaboradores cubanos en los diferentes lugares del planeta, por un mundo mejor, donde estamos poniendo en alto el nombre y la epopeya de nuestro país y nuestra revolución.
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