Brasília, 18 de septiembre de 2025: El embajador Adolfo Curbelo Catellanos recibe fotografía de pintores brasileños marcados por la impronta de la cultura cubana.
El proyecto Viva a Arte Viva, conformado por obras de ocho creadores de distintas generaciones, estilos y tendencias, representativos del prolífico quehacer de los artistas de Brasilia, se propuso consolidar los nexos existentes entre las capitales de Cuba y Brasil, mediante la exhibición en la isla, durante la 12 a Bienal de La Habana en 2015, de los trabajos de quienes, de algún modo simbolizan el profuso movimiento de la plástica contemporánea en el gigante país latinoamericano.
Como parte de las colaterales de la Bienal, y bajo el título de Acercamientos, la muestra de estos artífices se expuso en el museo de Guanabacoa, donde igualmente realizaron algunas acciones (conversatorios y talleres) con estudiantes y vecinos de la comunidad de uno de los territorios más antiguos de la nación caribeña, fundado en 1554. Estuvo integrado por figuras de reconocido prestigio internacional de la plástica como Glenio Lima, Tarcísio Viriato y Darlan Rosa, hasta otros más jóvenes, como Adriana Marques, Tiago Botelho, Dulce Schunk, Josafá Neves y Clarice Gonçalves, cuya actividad comenzó a desarrollarse entre los años 90 y la primera década de la actual centuria. Todos ellos exponían en Cuba su particularísima expresión pictórica de la historia y la identidad brasileñas.
Diez años después, Romildo Gastao, curador de la reciente exposición Cuba + 10, que fue exhibida en el Instituto Cervantes, donó a la Embajada de Cuba una fotografía como símbolo de la impronta que nuestro país dejó en los artistas brasileños y su obra.
