El 12 de julio de 1997, en horas de la noche, llegan a Cuba los osarios del Che y otros seis compañeros caídos junto a él en Bolivia.
El traslado a Cuba de los restos del Che revivió los dolorosos momentos de la muerte del Guerrillero Heroico, como lo conocemos todos los cubanos, y de sus compañeros. Y al mismo tiempo se completó la larga espera para que sus restos reposen en el sitial de honor que merecen.
Encontrar los restos del comandante Ernesto Che Guevara tardó cerca de 30 años, tiempo durante el cual se acumularon los testimonios de guerrilleros, militares y campesinos bolivianos que desde diferentes ángulos vivieron aquellos acontecimientos.Transitoriamente fueron depositados los restos en la Sala Granma del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
En nombre de los familiares, Aleida Guevara March dijo: «Le pedimos, Comandante, que nos haga el honor de recibir sus restos; más que nuestros padres, son hijos de este pueblo que tan dignamente usted representa.» «Hoy llegan a nosotros sus restos, pero no llegan vencidos; vienen convertidos en héroes, eternamente jóvenes, valientes, fuertes, audaces. Nadie puede quitarnos eso; siempre estarán vivos junto a sus hijos, en el pueblo.» Aleida Guevara March.
En la sala Caturla de la Biblioteca Provincial Martí, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Miguel Díaz-Canel Bermúdez, entonces primer secretario del Partido en Villa Clara, realizaron la primera guardia de honor al Che, en la noche del 14 de octubre de 1997. El tributo del pueblo se realizó durante los días 15 y 16.
Desde el 11 de octubre hasta el amanecer del martes 14, unas 300 mil personas desfilaron silenciosamente por el Memorial José Martí de la capital, ante los osarios del Che y seis miembros de la guerrilla.
Ese día el cortejo fúnebre partió hacia Santa Clara, ciudad donde libró el Che la batalla decisiva por la libertad de Cuba, en 1958. Allí recibió también el postrer homenaje de millares de santaclareños. En la plaza que lleva el nombre de Ernesto Guevara, debajo de la estatua en bronce del Che, se construyó un mausoleo que simula una cueva guerrillera donde, frente a los nichos que guardan los restos, arde una llama eterna.
El 17 de octubre de 1997, quedó inaugurado el Memorial donde actualmente se encuentran los restos del Guerrillero Heroico y su Destacamento de Refuerzo.