Cuba y Rumanía celebran este año 2025 el sexagésimo quinto aniversario del establecimiento de las Relaciones Diplomáticas y, para conmemorarlo, la Embajada de Cuba en el país europeo ha organizado una serie de actividades culturales que tendrán lugar a lo largo de este año.
Inaugurando las mismas tuvieron lugar tres conciertos del Proyecto Espirales en las ciudades de Brasov, Alba Iulia y Bucarest, patrocinados por las universidades de Transilvania, la Universidad “1 de diciembre de 1918” de Alba Iulia, la Universidad Nacional de Música de Bucarest, la compañía Brands International y el Hotel Ramada Bucharest North.
Las presentaciones del Proyecto Espirales en Rumanía no solo arrancaron aplausos y complicidad entre el público que acudió a escuchar las piezas del repertorio -inteligentemente escogido por estos virtuosos jóvenes-, sino que devino paseo por la sonoridad cubana de nuestros días, plena de jazz y guiños a la música de cámara, con temas de Aldo López-Gavilán, Ernán López-Nussa, Harold López-Nussa, Ernesto Oliva, del propio Rodrigo García y al que no le faltó una remembranza a Abelardo Valdés, al interpretar un arreglo del célebre danzón “Almendra”.
En Espirales no solo sobresale el piano de Rodrigo García que muestra talento, limpieza y dulzura; están Tania Hasse con el violín, su voz y sus vocalizaciones inspiradoras; aparece la firmeza y la seguridad en la marca de los compases y las improvisaciones de Olivia Rodríguez en el contrabajo; así como las congas y los drums, alternados constantemente entre Jesús Estrada y Alejandro Aguiar, que ponen a moverse a un público conocedor; pero poco acostumbrado a estas conmovedoras notas contemporáneas de la música cubana.
Realmente fueron tres memorables conciertos con emociones, nostalgias, para más de uno, gracias a la sumatoria de aptitudes, constancia y disciplina que entrega Espirales en sus ejecuciones.
Un trabajo de todos, que muestra el alto nivel de los músicos cubanos y la inigualable identidad de la Cultura cubana, digno de la efeméride que conmemora.