La legendaria figura de Camilo Cienfuegos Gorriarán, se acrecienta con el paso del tiempo. Muchas virtudes tenía Camilo; pero entre ellas sobresalían su fidelidad a la Patria, a la Revolución y a Fidel. Su humilde extracción social, su temperamento jovial y su sonrisa franca, con la que ganaba amigos desde el primer encuentro, lo convirtieron desde muy temprano en uno de los más carismáticos jefes de la Revolución Cubana.
Quizás porque los cubanos encuentran sus propias esencias en la sonrisa ancha del Comandante Camilo Cienfuegos, tantas veces repetida en sus imágenes, el Héroe de Yaguajay y Señor de la Vanguardia sigue siendo presencia viva, a pesar de su desaparición temprana en trágico accidente de aviación, hace 61 años.
Encabezar la avanzada hacia Occidente fue una muestra más de que Fidel, al igual que otros compañeros de lucha, veían en Camilo Cienfuegos al Señor de la Vanguardia, un hombre cuya intrepidez y valentía lo convertían en uno de los más destacados oficiales del Ejército Rebelde, y en el más capacitado para reeditar la hazaña que en la guerra del 95 protagonizaron Gómez y Maceo.
Por sus cualidades e idoneidad, el 18 de agosto de 1958 el Comandante en Jefe le asignó al guerrillero del sombrero alón, la misión de conducir una columna hasta Pinar del Río. La encomienda de la Columna No.2 era alcanzar la citada provincia e igualar la proeza del valeroso Lugarteniente general.
Avatares y contingencias afloraron en todo el trayecto, aunque ello no minó la fe en alcanzar el objetivo planteado por el líder de los insurgentes barbudos. El avance se realizó con escasos recursos y a través de afluentes crecidos, zonas cenagosas, de escasa población y acosados por las tropas enemigas.
La invasión se completó hasta La Habana, pues tras los constantes triunfos del Ejército Rebelde en el centro de la Isla y la huida de Batista, Fidel ordenó al Héroe de Yaguajay ocupar el campamento militar de Columbia, porque en aquel momento había mucho en juego y altos jefes militares del derrotado ejército de Batista querían boicotear la victoria final.
El hombre de la sonrisa de pueblo con su tropa cumplió cabal y exitosamente la misión encomendada, escribiendo nuevas páginas de heroicidad en el libro dorado de la historia Patria.
Camilo solo contaba 27 años de edad, cuando aquel 28 de octubre de 1959 desapareció en el mar bravío para renacer convertido en una bella tradición que cada año llena las aguas cubanas de flores y cariño.
En toda Cuba existen escuelas militares llamadas “Camilo Cienfuegos”. También existe una universidad con el nombre de este héroe cubano, así como muchas otras instituciones. Aquí en Guinea Bissau, donde una Brigada Médica Cubana brinda sus servicios docentes y asistenciales, existe una sede universitaria de ciencias médicas cubano-guineense que también lleva el nombre de “Camilo Cienfuegos”.
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