La presencia militar exagerada y agresiva de EE.UU. en la región constituye una amenaza contra América Latina y el Caribe en su conjunto.
Con el impulso del Secretario de Estado, el blanco principal e inmediato es el derrocamiento violento del gobierno de Venezuela con el uso de la fuerza militar de EE.UU., una acción altamente peligrosa e irresponsable de consecuencias impredecibles e incalculables.
Dado el grado de amenaza manifiesto, esto constituye una violación del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.